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Llegó el día. Después de una temporada dura, llena de altibajos, alegrías y decepciones, el Deportivo Alavés está ante su primera oportunidad para sellar la permanencia matemática. Si los albiazules ganan a un Valladolid colista y ya descendido seguirán en Primera, sin pensar en lo que haga el Leganés en Las Palmas, que juegan a la misma hora.
Los cuatro puntos de ventaja sobre la zona roja a dos jornadas del final son una renta amplia. Sin embargo, Eduardo Coudet ha pedido a sus futbolistas que no se confíen. Y la plantilla está centrada en dar el último paso para cerrar el curso con una alegría.
Para ello, el entrenador argentino, que únicamente tiene las bajas de Abqar y Diarra por lesión, ha vuelto a apostar por el equipo que derrotó el miércoles (1-0) al Valencia. El Chacho avisó que no haría experimentos si todos estaban sanos. Y así ha sido.
Sivera estará bajo palos en el José Zorrilla. En defensa, Mouriño y Garcés serán los centrales y Tenaglia y Manu Sánchez los laterales. Desde que el argentino y el uruguayo comparten el centro de la zaga, los vitorianos solo han encajado un gol en tres partidos.
El doble pivote lo formarán Blanco y un Guevara que ha dado un paso adelante en este sprint final. Las bandas las ocuparán Carlos Vicente y Aleñá, con Guridi de mediapunta y Kike García de referencia en busca de su decimotercer gol en LaLiga. El once de gala para derrotar al Valladolid y poner el punto y final a una salvación que están sufriendo y sudando los vitorianos. Una misión en la que estarán acompañados por los más de mil aficionados que han dado color albiazul a la previa en Valladolid. Todos quieren que la historia tenga un final feliz.
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