Osasuna 1-2 Athletic
El Athletic pone la guinda a un 2024 inolvidableEn otro partido muy serio, el equipo de Valverde se impone en El Sadar con goles de Guruzeta y Berenguer y cierra el año con las expectativas por todo lo alto
Este histórico 2024 tenía que acabar así, con una bonita guinda de tres puntos en El Sadar, una victoria que fortifica al Athletic dentro de ... la zona Champions y mantiene por todo lo alto las expectativas alrededor de un equipo cuyo gran rendimiento y regularidad no dejan de asombrar. Son ya catorce partidos consecutivos sin perder, mostrando en todos ellos un espíritu competitivo formidable. Este le sirvió para imponerse a un Osasuna muy duro de pelar delante de su público, un grupo intenso, feroz e incansable al que es muy difícil hacerle hincar la rodilla. Los de Valverde lo consiguieron igualándoles en actitud combativa y desequilibrando gracias a su mayor calidad, representada en los goles de Guruzeta, un cabezazo soberbio que sirvió para empatar pasada la media hora, y de Berenguer en el minuto 74.
Osasuna
Herrera, Juan Cruz, (Bretones, m.56), Boyomo, Herrando, Areso, Moncayola (Ibáñez m.45), Oroz, (Arnáiz m.84), Torró, R. García (Raúl, m.78), Kike Barja (Moi, m.56) y Ante Budimir.
1
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2
Athletic
Simón, Gorosabel, (De Marcos m.88), Vivián, Paredes, Yuri, Sancet, (Berenguer m.47), Nico (Yeray m.88), Galarreta (Prados, m.66), Jauregizar, Iñaki Williams y Guruzeta (Vesga, m.88)
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Goles: 1-0, m.25: Torró. 1-1, m.31: Guruzeta. 1-2, m.74: Berenguer.
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Árbitro: Quintero González (andaluz). Amonestó a Guruzeta.
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Incidencias: 22.030 espectadores en El Sadar.
Hubo que picar mucha piedra en Pamplona, como es habitual, pero el Athletic no tiene ningún problema en trabajar a destajo. Y no sólo eso. También está adquiriendo una capacidad más que llamativa de saber leer bien los partidos, sean del tipo que sean. Si hay que fajarse, los rojiblancos se fajan, si hay que elevar la intensidad, lo hacen, si hay que apretar, aprietan, y si hay que defender el resultado jugando con tres centrales lo hacen con solvencia, como sucedió en Pamplona. De hecho, en los 21 minutos que se sucedieron tras el 1-2 sólo concedieron a los rojillos un chut peligroso de Ibáñez desde fuera del área. Nada más. Y no precisamente porque los pupilos de Vicente Moreno bajasen los brazos o desistieran. No. Esta gente nunca deja de insistir, ni de poner centros en el área rival como si no hubiera un mañana.
De hecho, así comenzaron el partido los navarros, tirando centros desde la derecha, donde Areso volvió a mostrar la versión hipohuracanada que muestra ante el que pudo ser su equipo. Era evidente que Osasuna quería pagarle al Athletic con su misma moneda, la de una presión muy fuerte y una gran voracidad en todos los quites. A los rojiblancos, sin embargo, esa actitud de su rival no podía sorprenderles, de manera que se metieron pronto en faena y el partido se convirtió en un toma y daca en el que ellos llevaban la mejor parte. Sucedía que eran más profundos, gracias a Iñaki Williams y a Sancet. No así a Nico, cuya actividad en el campo fue inversamente proporcional a su grado acierto. Nada le salió bien y perdió casi todas sus batallas con Areso.
Iñaki Williams fue el mejor del equipo y Unai Simón destacó con una parada impresionante
Y en esas estaba el choque, saltando chispas y con la sensación de que el gol del Athletic se iba aproximando -Herrera lo evitó en el minuto 15 con gran gran parada a Iñaki Williams-, cuando de repente hizo aparición Quintero González. Dicen que el onubense, de sólo 31 años y con sólo nueve partido dirigidos en la máxima categoría, es una de las grandes esperanzas del arbitraje español. Pues bien, si lo es, esta vez se empeñó en no demostrarlo. En el minuto 20, se produjo una doble jugada polémica, primero una falta de Galarreta y acto seguido un penalti por mano de Herrando. El caso es que Quintero González no vio ninguno de los dos, y eso que estaba justo encima de la jugada en la falta y el penalti del central osasunista fue clarísimo.
Quintero González
Al final fue el VAR el que le corrigió señalando la primera infracción, la de 'Galaxy'. Quedó claro entonces que el colegiado andaluz no veía nada bien lo que sucedía en el campo. Y esto es un peligro. Porque el árbitro que no ve lo que sucede suele acostumbra a imaginar con frecuencia lo que no sucede. Y esto le acabó costando un gol al Athletic. Una falta de Nico Williams imaginada por el colegiado acabó provocando una volea cruzada de Torró que supuso el 1-0 para los navarros. Por el momento y la forma en que había llegado, el gol podía descentrar a un equipo poco sólido, sin convicciones bien asentadas. El de Valverde, sin embargo, es justo lo contrario a día de hoy, por lo que apenas tardó minutos en empatar. Lo hizo con un gran centro de Iñaki Williams desde la derecha y un cabezazo magnífico de Guruzeta adelantándose a Boyomo.
Los rojiblancos reaccionaron bien al gol de Osasuna, que nació en una falta que no fue
El Athletic volvió a dominar, aunque Osasuna no le perdía la cara al duelo. De hecho, hasta la llegada del descanso la mejor ocasión fue una de Oroz en el minuto 35, clamorosa. Casi un fusilamiento. Unai Simón, sin embargo, acertó a dejar su sello por primera vez en lo que va de temporada. Fue una parada formidable. Como lo fue la que firmó Herrera en el minuto 64. El partido se había destensado un poco y el Athletic notaba la marcha de Sancet, lesionado de nuevo. Iñaki Williams, sin embargo, se inventó un jugadón formidable por la banda. Se fue de tres y dio un pase de la muerte a Guruzeta, al que el portero osasunista le quitó el 1-2 con una intervención enorme. Diez minutos después, en cambio, no pudo salvar a su equipo del gol de la derrota. Esta vez no hizo falta ninguna jugada de orfebrería. Bastó con un saque largo de Simón, un mal despeje de Torró hacia su área y un zurdazo cruzado de Berenguer. Así de sencillo.
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