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Tres claves frente al cáncer de piel: prevención, autoexploración y consulta al dermatólogo

EL CORREO

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Euskadi ya está inmersa en la temporada de playas y baños. Sin embargo, la exposición directa y prolongada de la piel a la radiación solar puede tener efectos muy perjudiciales para la salud: nada menos que el cáncer.

En este sentido, el Dr. Jaime González del Tánago Diago, dermatólogo de IMQ, recuerda tres aspectos clave frente a estos tumores: «prevención, autoexploración y consulta al dermatólogo ante cualquier señal de sospecha». Unas recomendaciones de fácil aplicación que pueden ser fuente de salud.

Prevención del cáncer de piel

Debido a que la radiación solar ultravioleta está relacionada con la aparición de los cánceres de piel más frecuentes, es esencial tomar medidas para evitar sus efectos nocivos. «Es especialmente importante evitar las quemaduras solares durante la infancia, ya que se relacionan con un aumento estadístico del melanoma en la edad adulta», destaca el especialista. Para lograr el fin anterior, se recomienda el uso de cremas fotoprotectoras de factor 50 o superior y de barreras físicas (camiseta, gorra, gafas de sol, etcétera).

Además, se debe «extremar la precaución en las horas centrales del día», cuando la radiación solar es «más intensa». De igual modo, las personas de piel y ojos claros deben tener «especial cuidado» porque son «más sensibles a la radiación ultravioleta» y tienen «un riesgo mayor» de padecer cáncer de piel.

En el caso de las personas con alopecia o sin cabello, por cualquier causa, es muy recomendable el uso de gorra o sombrero «desde que comienzan las primeras señales de calvicie», ya que aumenta «el riesgo de padecer cáncer de piel en esta localización».

Autoexploración

El experto insiste en la importancia de la autoexploración periódica de la piel. «Una regla nemotécnica que nos puede ayudar es la de seguir el ABCDE de los melanomas. Estas cinco letras nos recuerdan las cinco características básicas que pueden ayudar a distinguir un melanoma».

Según detalla el Dr. González del Tánago, la letra “A” corresponde a “asimétrico”; si la mitad de un lunar no coincide con la otra, es que es asimétrico. La letra “B” se refiere a “borde desigual”; en estos casos, la mancha en la piel puede tener bordes definidos en un lado y por otro, irregulares o poco definidos. La letra “C” tiene que ver con el color del lunar o la mancha; cuando el color no es homogéneo, puede ser una mala señal. La letra “D” se usa para advertir de manchas con un diámetro superior a 6 mm. Por último, la letra “E” se emplea para advertir de la evolución de una mancha; cuando su tamaño varía de forma rápida, puede ser una lesión maligna.

Consulta al especialista de la piel, el dermatólogo

«Si se identifica una lesión pigmentada (similar a un lunar) de reciente aparición que crece, presenta áreas de distinto color o bordes irregulares, se debe consultar con el dermatólogo. Asimismo, en caso de observar una herida en la piel que no se cura, especialmente en zonas expuestas al sol, también se debe consultar. El diagnóstico temprano y un tratamiento precoz de la lesión maligna hacen que el pronóstico sea excelente en la mayoría de los casos», valora el especialista de IMQ.

No todos los tipos de cáncer son iguales

El término “cáncer de piel” incluye distintos tipos de carcinomas de características y evolución muy diferentes. Los tres tipos principales son el carcinoma basocelular, el carcinoma epidermoide y el melanoma.

«En los medios se habla con mayor frecuencia sobre el melanoma ya que, a pesar de representar menos del 7% de los cánceres de piel, es el responsable del 65% de las muertes por cáncer cutáneo. Gracias a las campañas de concienciación sanitaria, la gente consulta antes y se ha logrado detectar y tratar los melanomas en estadios más tempranos, cuando el pronóstico es aún muy bueno con una tasa de supervivencia superior al 90%», pone de manifiesto el dermatólogo de IMQ.

No obstante, el más frecuente de todos los cánceres de piel es el carcinoma basocelular: «los dermatólogos lo diagnosticamos a diario». El aspecto puede variar desde una herida que no cura hasta una lesión sobreelevada en la piel de color habitualmente rosado y aparece con mayor frecuencia en zonas que han estado expuestas al sol. «Se trata de una lesión localizada exclusivamente en la piel y cuanto antes se diagnostique, menor será la complejidad de la cirugía para curarlo».

Por este motivo, ante la aparición de una herida en la piel que no cure o de una mancha sospechosa, el paciente debe consultar con el dermatólogo, que cuenta con la formación y los conocimientos específicos para la detección de las lesiones malignas y su correcto tratamiento.

  • Prevención

  •  - Si se identifica una lesión pigmentada (similar a un lunar) de reciente aparición que crece, presenta áreas de distinto color o bordes irregulares, se debe consultar con el dermatólogo. Asimismo, en caso de observar una herida en la piel que no se cura, especialmente en zonas expuestas al sol, también se debe consultar.

  •  - El diagnóstico temprano y un tratamiento precoz de la lesión maligna hacen que el pronóstico sea excelente en la mayoría de los casos.

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