El CEO de CaixaBank pide aprovechar la solidez actual para mejorar déficit, productividad y vivienda

El máximo dirigente del primer banco del país en número de clientes ha reconocido que «estamos en uno de los mercados más atractivos de Europa», parafraseando los mensajes que recibe de los inversores. Una situación desde la que ha urgido a «hacer los deberes y solucionar los desequilibrios» como el acceso a la vivienda, la reducción del déficit público, la mejora de la productividad y la consolidación de la Unión Europea, además de mejorar la inversión en Defensa ante el abandono de Estados Unidos del frente común.

Gortázar ha tirado de los datos del banco, «un balcón privilegiado», para analizar la situación y constatar un crecimiento sólido que se deja notar en el empleo «con salarios que crecen por encima de los precios y recuperan poder adquisitivo». Así, la renta bruta disponible ha crecido un 8% y la tasa de ahorro está en un 14%. Un contexto en el que, con el endeudamiento de las compañías en el 83% del PIB y una elevada solvencia bancaria –se ha triplicado desde 2008–, el crédito y las inversiones avanzan. En concreto, el saldo del dinero prestado al sector empresarial ha subido un 4%, en el consumo un 8% y el hipotecario un 2,4%.

Se trata de un «buen panorama», ha resumido el primer ejecutivo de CaixaBank, que pidió aprovechar el momento para mejorar lo que no va tan bien. La primera de esas tareas que ha citado ha sido la vivienda, cuya coyuntura ha resumido con un dato: «en los últimos tres años se construyeron 300.000 viviendas, pero en cambio se crearon 600.000 hogares». Un contraste con el que ha evidenciado el desfase entre demanda y oferta y para lo que ha solicitado «cambiar normativas, acortar plazos y dar seguridad jurídica». Una situación, ha apostillado, en la que «hay algo que no hacemos bien» porque «hay suelo», pero «falta consenso político, un enfoque de país».

La segunda cuestión que para Gortázar debe resolverse es el elevado déficit público. El banquero ha pedido no rehuir la tarea por el hecho de que vecinos europeos como Francia presenten un problema superior al de España. Aun así, el CEO de CaixaBank ha recordado que «seguimos con cuatro puntos más de deuda que antes de la pandemia, mientras otros países como Portugal la han reducido 21 puntos».

Ha reclamado la importancia de ser más «ambiciosos» ante las nuevas necesidades para emplear estos recursos. El reto de la Defensa ha sido uno de los más importantes que ha destacado, dado que la nueva política de la Administración del presidente Donald Trump «nos ha hecho perder a Estados Unidos en el escudo de la defensa y vamos a tener que enfrentarnos a más gastos en seguridad».

La asignatura pendiente de la economía española, la productividad, ha sido el tercero de los deberes en los que mejorar aprovechando el buen momento económico resaltado por el primer directivo de CaixaBank. Y es que, a pesar de mejorar un 1% en horas trabajadas, «la productividad PIB por hora sigue siendo enEspaña un 23% menor a la de la Unión Europea». Es un mensaje que «tiene que resonar, la productividad es el más grave problema», ha insistido a la vez que ha criticado que se «demonice a las grandes empresas en el debate público». Son más productivas y «lo que hay que hacer es ayudar a las pymes a crecer».

En cuanto al escenario internacional, con el acuerdo pendiente entre EE UU y la Unión Europea para los aranceles, ha insistido en la importancia de que la «incertidumbre dure lo menos posible». Pero aclarando que, en cualquier caso, el nuevo punto de equilibrio se va a cerrar en un «acuerdo que va a ir a peor». Por eso «es necesaria más Europa». Para ello ha reclamado concreciones. «El discurso es el adecuado, pero en los pasos prácticos queda mucho» y ha reprochado que en la unión de capitales faltan avances y que en la regulación «seguimos con 27 ventanillas de normativas diferentes».

Durante el foro, también ha habido espacio para el proceso bancario que en España más ríos de tinta está haciendo correr: la opa de BBVA al Sabadell. Una operación sobre la que Gortázar ha reconocido que «es evidente que se ha politizado porque forma parte de la vida política, los partidos han tomado parte». Aun así, ha confiado en que se desarrolle de «manera lógica» y ha pedido que, tras las autorizaciones de Competencia y del BancoCentral Europeo «son los accionistas los que tienen que decidir».

Sobre la presencia del Estado a través de la Sareb en el accionariado de CaixaBank, el consejero delegado del banco ha remarcado que es un «orgullo» y ha dicho que su participación en la antigua Bankia valía 2.000 millones por los 10.000 a que asciende hoy en Caixabank, además de otros 2.000 millones que han recibido en dividendos. Su comportamiento, ha incidido, es «exquisito».