Tubos Reunidos apaga uno de los hornos de su fábrica de Amurrio por una avería

Fuentes de la compañía explican que, por el momento, desconocen cuál es el origen de la avería y, por lo tanto, la manera en la que puede afectar al proceso productivo. Esperan encontrar la causa de la incidencia a lo largo de esta misma mañana, cuando los operarios entren en el horno, y proceder a solucionarla «con la mayor brevedad posible». Sin embargo, en el mejor de los casos, la maquinaria no volvería a funcionar hasta mediados de esta semana, pues necesita otros tres días para calentarse.

El horno averiado es el que hace las funciones del tren de laminación. Desde la compañía precisan que el resto de maquinaria -como los hornos de tratamiento, recuperación y acería- no han sufrido ningún daño y funcionan con total normalidad. Es por ello que Tubos Reunidos confía en que el impacto de la avería «en la plantilla y los clientes» sea el menor posible. Por el momento, la planta continúa con el curso de pedidos «con normalidad».

La cuestión es que hay 250 trabajadores pendientes de qué ocurre con el horno. Su proceso de apagado, explican desde la compañía, ha provocado «variaciones» en los turnos de los empleados. Una situación que corre el riesgo de prorrogarse mientras la maquinaria no vuelva a funcionar con normalidad. Por lo tanto, la gravedad de la avería determinará el momento en el que los empleados puedan volver a recuperar sus horarios. Aunque este proceso recuerda al conflicto en Guardian -que obligó a cerrar la planta-, la situación es completamente distinta, pues la intención de la compañía es continuar con la producción una vez se arregle el horno.

Este problema en la maquinaria llega en un momento crucial para Tubos Reunidos, ya que Trump impondrá el mes que viene -si no da marcha atrás en sus planes- aranceles del 25% a las importaciones de acero en territorio estadounidense. El país norteamericano es el principal socio extranjero de la compañía. De hecho, tiene previsto duplicar la capacidad de su planta de Houston, que es donde llegan los tubos desde Amurrio para su tratamiento final.