EE UU se abre a ampliar el plazo de negociación comercial con la UE más allá del 9 de julio

La Comisión Europea ha salido en defensa de España, asegurando que «está preparada para defender a los Estados miembros en caso de que fuera necesario». La jefa de Bruselas, Ursula von der Leyen, también ha sido contundente: «Estamos listos para un acuerdo con Washington, pero estamos preparados para lo peor por eso hemos preparado una lista de reequilibrio comercial». Mientras, la negociación divide al bloque comunitario: Alemania urge a cerrar un acuerdo comercial «simple» con EE UU y salvar así a industrias sensibles como la del automóvil; mientras Francia pide no aceptar un acuerdo desequilibrado.

Y es que la fecha límite para el fin de las negociaciones entre la Casa Blanca y el Ejecutivo comunitario -el 9 de julio- está a la vuelta de la esquina. El jefe negociador de la Unión Europea (UE), el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, apuntó recientemente que había habido «avances» en las negociaciones y que ambas partes estaban empezando a «aterrizar un acuerdo». Pero las preocupaciones son muchas, sobre todo en los sectores más sensibles, como el automovilístico, y en los países más expuestos a las consecuencias de una guerra comercial total con EE UU, como es el caso de Alemania.

En ese contexto, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha criticado la posición «débil» de Europa ante Trump. «El problema es que en nombre de EE UU tenemos a un peso pesado negociando, mientras que aquí nuestra capacidad de negociación es bastante débil», ha destacado. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha apuntado que ningún dirigente europeo ha afeado a España su postura sobre el gasto militar y ha subrayado que la política comercial está en manos de la Comisión Europea y que «es ahí donde se está negociando». «Las tarifas se las ha impuesto a todo el mundo» y ha destacado que en el caso de nuestro país es especialmente injusto ya que tenemos «un déficit comercial».

El canciller alemán, Friedrich Merz, ha declarado que con solo dos semanas para cerrar un pacto con Trump «no hay tiempo para acuerdos sofisticados». En su país, sectores importantes como la industria química, la farmacéutica, la ingeniería mecánica, el acero y el aluminio y el sector del automóvil «están arrastrando cargas muy altas con aranceles que están poniendo a las compañías en riesgo». Por ello, ha apostado por «actuar rápidamente» con un acuerdo «simple antes que otro lento y complicado». «Todos hemos estado de acuerdo en esto», ha añadido.

Las conclusiones de los Veintisiete confirman las intenciones de los países europeos de disparar su gasto en defensa -se comprometieron al 5% de su PIB en la cumbre de la OTAN- y reclaman a la Comisión una hoja de ruta que sirva como calendario para cumplir los objetivos de seguridad marcados para 2030. Esta declaración sirve para ratificar el rearme europeo y comenzar a articular el plan que llevará al Viejo Continente a reabastecer y modernizar sus arsenales. En este sentido y preguntado por la negativa de España a elevar el gasto militar al 5%, Sánchez ha confirmado que España «va a seguir siendo una pieza fundamental de la arquitectura de la seguridad y la defensa europea y de la OTAN».

Otro aspecto fundamental del texto final del Consejo Europeo son los párrafos que mencionan la terrible situación humanitaria en Gaza, pero no recogen expresamente el incumplimiento de Israel del Artículo 2 del Acuerdo de Asociación, por sus violaciones de Derechos Humanos en la Franja. El texto recoge, simplemente, el informe europeo que constata «indicios» de violaciones de estos derechos por parte del Estado hebreo y dejan esta cuestión en manos de los ministros de Exteriores.

La postura sobre Israel divide a los Veintisiete y Sánchez ha sido el líder más claro sobre la situación. «Lo que está ocurriendo en Gaza y Cisjordania equivale a un infierno. No podemos permitir que la situación se siga deteriorando», ha afirmado, al tiempo que ha llamado a tomar «medidas concretas» que sirvan como «palanca de presión». En ese sentido, ha pedido suspender el Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel y decir «basta ya al Gobierno de Netanyahu».