
Entre cercados de piedra
Villabona (Gipuzkoa) ·
La discreta cima de Loatzo, de 636 metros de altitud, ofrece unas magníficas vistas de valles y montes en la comarca de TolosaldeaSecciones
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Villabona (Gipuzkoa) ·
La discreta cima de Loatzo, de 636 metros de altitud, ofrece unas magníficas vistas de valles y montes en la comarca de TolosaldeaEnormes piedras conforman algunos de los cerramientos de los terrenos que se encuentran en la cima de Loatzo (636 m.). Impresiona su tamaño, que permite ... imaginar la fuerza y el esfuerzo de aquellos hombres que las colocaron de manera horizontal en las líneas inferiores, mientras en las superiores de manera vertical limitaban el paso del ganado. Cientos de piedras que sin una forma definida, pero con cierta similitud reflejan el trabajo de canteros que buscaban la perfección en estos 'monumentos' de montaña que tristemente se están perdiendo o destruyendo. Canteros, ganaderos y baserritarras están detrás de todos esos cerramientos de Amasa, el precioso entorno natural del barrio rural entre Villabona y el valle de Leitzaran.
Distancia 10 kms.
Desnivel 583 metros.
Comenzamos la ruta en el parking de la iglesia de San Martín de Tours. Siguiendo la carretera pasamos junto al antiguo lavadero y vemos en todo momento la loma de Loatzo a nuestra derecha. Avanzamos hasta el cruce que a su izquierda ubica al caserío Goikoetxegoikoa, para tomar un pequeño sendero al otro lado de la carretera. A la izquierda una señal vertical nos dirige por un camino de tierra hasta Erreka baserria. Dejamos este a la derecha, para seguir ascendiendo por una pista forestal paralela a un riachuelo.
Tras haber caminado unos cuatro kilómetros, vemos el caserío Alustiza, pero optamos por ascender la colina siguiendo las indicaciones verticales que nos anuncian la ubicación de Loatzo. El camino entre enormes árboles es ascendente en todo momento, pero las vistas nos invitan a hacer algunas paradas que ayudan a tomar aire. Llegamos a una borda en un bosque de coníferas y seguimos el sendero que nos conduce de manera paralela a una antigua pared de piedras calizas.
Alcanzamos un collado antes de llegar a la mesa orientativa de Loatzo desde donde vemos la cruz y la borda de Balerio. Impresiona el silencio. Comenzamos el descenso, coincidiendo en el primer tramo con la zona de ascenso hasta llegar al abrevadero de Alustiza. Desde allí seguimos la pista cementada que nos conducirá a Amasa nuevamente, tras recorrer unos tres kilómetros.
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