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Y ahora… ¿qué hago con tanto papel higiénico?
Manualidades con niños

Y ahora… ¿qué hago con tanto papel higiénico?

Ovejas, coches, joyeros, marionetas... ocho manualidades a partir del cartón del papel higiénico

IRATXE LÓPEZ

Viernes, 17 de abril 2020, 22:09

Venga, reconócelo, lo tienes guardado. Un arsenal completo de rollos. Debes ser tú (y algún otro más), quien los mantenga a buen recaudo en la despensa, en el armario del baño, en… Si no, no se entienden aquellas desapariciones masivas de papel higiénico al principio de toda esta historia, aquellos raptos de Sabinas en el supermercado.

Fue otro rapto el que se apoderó de ti, un aire, una locura. Evocas el instante y te avergüenza. Lo ilógico del impulso te tiene martirizado. «¿Por qué me daría por ahí?», piensas conscientemente al admitir un comportamiento tan inconsciente. Lo pasado, pasado está, no te flageles. Ahora vas a sacar partido del arrebato, a utilizar el disparate para la creación artística, para entretener a los niños que durante el confinamiento han pasado de no entender demasiado a aburrirse mucho.

Tiempo pues de redimirte, de que tus faltas se conviertan en beneficio. Muestra la prueba cilíndrica del delito, ese tubo de cartón acusador que te delata. ¡Para hacer manualidades! Nada mejor que perdonar tu desliz divirtiendo a los peques. Necesitas poco material: tijeras, pegamento, pintura... Cada cual paga por sus pecadillos y a ti te toca regresar a parvulitos. Total, ya demostraste en tus compras que a veces puedes ser muy infantil.

  1. 1

    Rebaño propio

Lo bueno de los tutoriales en Youtube es que ayudan con todo. Nunca crear una oveja con un poco de cartón y algodón fue tan fácil. Además, si te apetece que sea negra, con pintarla la tienes. ¡No me negarás que es cuca! Dan ganas de ponerse a ello, de montar el rebaño y regalarte un pedazo de Idiazabal tras completar la labor. ¡Buen pastor!

  1. 2

    ¡Brum, brum!

Para amantes de las carreras: crea tu propio circuito de Le Mans. Eso sí, estilo «Los autos locos». Para que, de paso, madres y padres revivan la infancia. Recordad cómo os reíais con el calamitoso Pierre Nodoyuna y su perro Patán. O con la capacidad de Penélope Glamour para lucir peinado perfecto a cientos de kilómetros por hora.

  1. 3

    Antes de la extinción

Los dinosaurios son una apuesta segura, nunca pasan de moda, algo especial deben tener estos gigantones. Encárgate, acompañado de tus hijos, de que germine un Parque Jurásico propio. Después ellos se dedicarán a extender el dominio animal por toda la casa. Imaginación para transformar los sillones en montañas y las alfombras en lagunas no les falta.

  1. 4

    Para metódicos

A todos nos ha dado por ordenar la casa, la mimamos en grado casi enfermizo. Incita a los niños al gozo de disponer objetos en su lugar adecuado, emulando a los chinos con el feng sui. Y monta un organizador de escritorio. La tarea requiere atención, pero ya sabes lo que pasa con los críos, cuando les implicas en el esfuerzo se lo toman más en serio.

  1. 5

    Eres súper

Momento superhéroe para superniños que aguantan estoicamente el tirón impuesto. Sencillitos de hacer y resultones. Nadie osará negarse ante los encargados de salvar el planeta, menos aún si llevan dulces dentro. Que conste que con añadir un poco de melena nos salen superheroínas. A veces hay que imponer un toque personal a lecciones poco paritarias.

  1. 6

    Esconde pequeñas joyas

¿Quién no querría tener una cajita secreta? Es el sueño de cualquier niño, disponer con un escondite donde guardar pequeños tesoros. Esta vez necesitas un extra: Goma Eva, fácil de conseguir por Internet si es que se te antoja llevar adelante el reto. Cucada total, no puedes negarlo. Rescatarás ese toque pastelón oculto.

  1. 7

    ¡A escena!

Lo tuyo es puro teatro, por eso te va a gustar esta propuesta. Fácil y de lo más vistosa, da para que los chavales sientan el clamor del público entre bambalinas finalizada la función. Como deben hacer un raposo pueden emular a Samaniego en su fábula «La zorra y el cuervo», y así aprender algo sobre los peligros de la vanidad. ¿Qué dónde está el pájaro?, probad a crearlo sin ayuda, a estas alturas debería sobrar la experiencia.

  1. 8

    Volando voy

¡Te has quedado sin rollo! Sirva el siguiente ejemplo para los menos previsores. Puedes usar el tuvo del papel de aluminio o del papel de cocina, conseguirás un avioncito de lo más aparente. Volar vuela poco, pero rueda con elegancia. Ya sabes que esto no va de efectividad ni de realismo sino de distraer el instante.

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