Los Premios Fronteras defienden a la ciencia frente a la «erosión» que sufre
Bilbao ha acogido este jueves la XVII edición de unos galardones que apuestan por «las soluciones racionales y sostenibles ante los grandes retos de nuestro tiempo»
Allá por los años 70 del siglo pasado, en un laboratorio de la Universidad Rockefeller de Nueva York al que había llegado desde la Yugoslavia del mariscal Tito, Svetlana Mojsov estudiaba con denuedo las características de una familia de hormonas de nombre muy científico, el glucagón. Sin entrar en vericuetos técnicos, cuando el nivel de azúcar baja, lo que hace el glucagón es decirle al hígado que libere glucosa; al contrario, cuando sube, hace que genere más insulina, que se encarga de reducir el exceso. Tras mucho esfuerzo, consiguió crear una de ellas, el péptido GLP-1. Se abría así una puerta al tratamiento de la diabetes tipo 2 y, como se sabe ahora, a combatir la obesidad. A estas alturas quizás entrevean ya que sin el trabajo de Mojsov no existiría Ozempic, el 'medicamento milagro'.
«Se está estudiando la posible utilidad de estos medicamentos en personas que padecen trastornos neurodegenerativos como las enfermedades de Parkinson y Alzheimer», ha asegurado la bioquímica en la gala de entrega de los XVII Premios Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA, que se ha celebrado este jueves en el Palacio Euskalduna con la presencia de Carlos Torres, presidente del banco; Eloísa del Pino, presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); el lehendakari, Imanol Pradales; la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, y el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto. «Esta ceremonia representa una oportunidad excepcional para poner en valor lo que realmente nos une y enriquece como especie: la capacidad de generar nuevo conocimiento para interpretar la realidad física, biológica y social, aportando perspectivas conceptuales innovadoras basadas en la evidencia y de proyectar soluciones racionales y sostenibles a los grandes retos y expectativas de nuestro tiempo», ha señalado Torres.
Dos décadas después del hallazgo pionero de Mojsov, ganadora en la categoría de Biología y Biomedicina junto a otros cuatro colegas, otra científica, Camille Parmesan, empezaba su carrera científica estudiando a las mariposas. Descubrió que una especie concreta de estos insectos voladores especialmente sensible a los cambios de temperatura podía ser un mejor indicador del calentamiento global que un termómetro. Para demostrarlo, recorrió toda la costa oeste de América del norte, desde México a Canadá. Mientras que en el primero de los países 'su' mariposa había desaparecido, en Canadá casi todas sobrevivían. En otras palabras, había huido hacia el norte huyendo de las altas temperaturas. Con el tiempo, acabaría demostrando que los animales emigran para evitar el calentamiento global. «He sido testigo de cómo el respeto por la ciencia se ha ido erosionando gradualmente. Este premio es especialmente pertinente ahora, a la luz de la creciente desinformación no solo sobre el cambio climático, sino sobre la ciencia en general», ha dicho la ganadora de este año en la categoría de Cambio Climático y Ciencias del Medio Ambiente.
Retos y prioridades
Entre los ganadores de este año se encuentra un español, Avelino Corma. Este científico valenciano que suena para el Premio Nobel es un revolucionario de un proceso fundamental en Química, la catálisis. Los catalizadores son sustancias que permiten que las reacciones generen menos residuos. Son tan importantes que suponen un 90% de todos los procesos productivos en la industria química y un 30% del PIB mundial. Se utilizan para producir combustible de forma menos contaminante, para fabricar medicamentos contra el VIH, la leucemia o la depresión. Otro español, Jordi Galí, ganador en la categoría de Economía, Finanzas y Gestión de Empresas junto a Olivier Blanchard y Michael Woodford, ha influido en las políticas monetarias de los bancos centrales de todo el mundo
No podía faltar tampoco en la gala la Inteligencia Artificial. Sin Michael I. Jordan no serían posibles ni ChatGTP ni los 'trucos' que utiliza Amazon para ofrecernos productos que saben que nos van a interesar. Sin Anil Jain, probablemente no existirían el sistema de reconocimiento de las huellas dactilares ni podríamos desbloquear el móvil con la cara. «La IA debe ser un esfuerzo internacional para que alcance su máximo potencial con el fin de mejorar el bienestar humano», ha destacado Jordan. En el Palacio Euskalduna también ha estado Philip Kitcher, una especie de hombre del Renacimiento que ha escrito con tino sobre Filosofía de la Ciencia, la crisis medioambiental los libros de James Joyce y Thomas Mann, y la música de Richard Wagner, de la que podría debatir con Toshio Hosokawa, el compositor japonés reconocido en el área de Música y Ópera.
Entre los grandes retos del mundo actual se encuentra la desinformación, las 'fake news'. Y los ataques a las universidades en Estados Unidos por parte del Gobierno de Donal Trump. «Este premio nos dice que la investigación significativa debe persistir incluso en medio de los ataques políticos que sufre la disciplina. 'Ladran, Sancho, señal que cabalgamos'», lanzó Dolores Albarracín.
LOS GALARDONADOS
-
Ciencias Sociales Icek Ajzen, Dolores Albarracín, Mahzarin R. Banaji, Mahzarin R. Banaji y Anthony G. Greenwald. Por qué tomamos las decisiones que tomamos y cómo combatir las 'fake news' son algunas de las áreas abordadas por los cinco psicólogos premiados este año en la categoría de Ciencias Sociales. Gracias a ellos nació la Teoría de las Actitudes, clave por sus aplicaciones prácticas en la propia psicología, la sociolocía, las ciencias políticas, la educación o la economía. Sus investigaciones pueden ayudar a los responsables políticos «a prevenir fenómenos sociales negativos como la polarización o los prejuicios étnicos».
-
Ciencias básicas Avelino Corma, Helmut Schwarz y John F. Hartwig. Los procesos químicos a nivel industrial, los implicados por ejemplo en la producción de combustibles, pueden ser mucho más eficientes de lo que lo han sido hasta ahora. Las contribuciones de Corma, Schwarz y Hartwig abren las puertas a una química más respetuosa con el medio ambiente.
-
Tecnologías de la Información y Comunicación Michael I. Jordan y Anil Jain. Ni ChatGPT ni el sistema de recomendaciones de compra de Amazon ni el reconocimiento facial o dactilar de los teléfonos móviles serían como los conocemos sin las aportaciones de estos dos expertos.
-
Biología y Biomedicina Svetlana Mojsov, Jens Juul Holst, Joel Habener y Daniel J. Drucker. Sin el trabajo de los cuatro premiados en esta categoría no habría sido posible la 'revolución Ozempic', la familia de fármacos que creados originalmente para tratar la diabetes tipo 2, han supuesto un paso adelante de gigante para luchar contra la epidemia de obesidad en todo el planeta. Además, han demostrado ser útiles para otras muchas patologías como el alzhéimer o el párkinson.
-
Humanidades Philip Kitcher. Su obra abarca una amplia variedad de campos, desde la filosófía de la ciencia, a la ética y el arte.
-
Cambio climático Camille Parmesan. La bióloga ha demostrado el impacto del calentamiento en el desplazamiento de las especies.
-
Economía, finanzas y gestión de empresas Olivier Blanchard, Jordi Galí y Michael Woodford. Conocidos como los «arquitectos centrales del paradigma neokeynesiano», estos tres prestigiosos economistas han tenido un destacado protagonismo «en el análisis macroeconómico moderno al establecer bases rigurosas para el estudio de las fluctuaciones del ciclo económico».
-
Música y ópera Toshio Hosokawa. El compositor nipón ha tendido puentes entre la música de su país y la tradición occidental.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.