Aparece el cadáver de un hombre atado de pies y manos en una balsa de Vitoria

La Ertzaintza ha tomado esta zona de la capital alavesa al filo de las siete de la mañana para intentar recabar el mayor número de evidencias sobre lo ocurrido. Toda la zona alrededor del lugar donde ha aparecido el cuerpo esta acordonada. En todo caso, se trata de una «muerte violenta». No obstante, la Policía autonómica ya trata el incidente como un «suicidio» tras entrevistarse con los familiares de la víctima. Al parecer, este hombre ya había transmitido en alguna ocasión sus intenciones autolíticas. Finalmente, desde el juzgado de guardia se ha enviado a un médico forense al lugar de los hechos.

El Departamento de Seguridad ha confirmado a EL CORREO que el cuerpo ha aparecido «flotando» en una de las balsas que integran esta zona verde, lo que ha activado todas las alarmas en la Policía autonómica. Un equipo de los bomberos de Vitoria, equipado con trajes de neopreno, ha llegado a la zona al filo de las nueve de la mañana con el fin de extraer el cadáver del agua. Su intervención ha finalizado al cabo de una hora. El cuerpo ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de la ciudad.

La aparición de este cuerpo ha sembrado la inquietud desde primera hora entre vecinos, deportistas y paseantes, acostumbrados a sacar a los perros por esta zona verde. «Me he llevado un susto cuando he bajado y he visto que había tanta policía cercando el lago», comentaba un residente de la calle Pedro Asúa. «Tiene muy poca profundidad, y deberían cercarlo para que no pasen estas cosas», apostillaba otro.

No es la primera ocasión que se produce un suceso semejante en el estanque de San Martín. En 2010, un hombre de 88 años fue encontrado ahogado flotando en el lago del parque. El cuerpo fue descubierto por unos vecinos que pasaban por la zona. En aquella ocasión, los bomberos y los agentes desplazados al lugar sacaron el cuerpo del agua y aseguraron que el anciano apareció con las piernas atadas con los cordones de sus zapatos.

La persona ahogada era la tercera que aparecía en similares circunstancias. Todas ellas fueron encontradas debajo del puente, la zona más profunda del recinto, que tiene de fondo casi 90 centímetros. El primero tuvo lugar en febrero de 2004. Entonces un hombre de 51 años, que cuatro horas antes de morir había sido asistido por la DYA en la calle Barrancal por «evidentes síntomas de embriaguez», apareció muerte en este mismo lugar.

La segunda víctima fue hallada en mayo de 2005. Se trataba de un hombre de 79 años, hallado ahogado al mediodía después de que hora y media antes algunos testigos le vieron dando de comer a los patos. En esa ocasión, la Ertzaintza determinó que había muerto de forma natural. «Fue accidental, posiblemente producto de una caída», señalaron portavoces policiales.