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Los españoles que viven en México, y los mexicanos descendientes de españoles, andan recogiendo firmas para que a la exesposa del expresidente Manuel López Obrador ... no se le conceda la nacionalidad española. Y es que el asunto tiene malaje. Dicen las malas lenguas que fue ella la impulsora, en 2019, de provocar una crisis entre España y México de la que aún quedan cicatrices. Beatriz Gutiérrez Müller fue la artífice de una carta a la Corona española en la que reclamaba que pidiera disculpas por la conquista, y exigía al Gobierno español que pidiera perdón por los crímenes cometidos tras la llegada de Hernán Cortes.
Mi abuela decía que Dios castiga sin palo y sin mano, a mi este refrán siempre me ha parecido un premio de dudosa consolación, pero lo cierto es que Gutiérrez Müller quiere trasladarse a España por motivos académicos y deberá dirigirse al mismo Ejecutivo español al que de alguna manera vilipendió para solicitar la nacionalidad, acogiéndose a la Ley de Memoria Democrática aprobada en 2022. Probablemente su petición sea aceptada y trabaje donde quiera con todos los derechos, pero a algunos comerse este sapo les pone nerviosos.
No sé si a esta mujer la veremos haciendo cola en las instalaciones policiales españolas, como se ve a muchos de sus conciudadanos. Quizás habría que preguntarles a ellos lo que opinan sobre este espinoso asunto. A las preguntas de los periodistas sobre la veracidad de esta noticia, Gutiérrez Müller ni afirma, ni desmiente, simplemente sonríe y no parece acusar el peso del pasado que para ella tanto importa.
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