

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Los hechos probados de las sentencias contra Ahmed Tommouhi sostenía que una noche de noviembre de 1991 violó a una joven de no más de ... 15 años, mientras su secuaz hacía lo mismo con otra, después de intimidarlas y agredirlas, a ellas y a sus amigos, con barras. «Les golpearon y les sustrajeron dinero y lo que de valor llevaban. Ahmed penetró vaginal y analmente a una de las jóvenes, mientras que el otro procesado hizo lo propio con la otra», determinaba el tribunal que le condenó. «Unas horas después abordaron a la pareja que se encontraba dentro de un vehículo (…) golpearon e inmovilizaron al chico, y los dos procesados penetraron vaginalmente a ella». A Tommouhi llegaron las autoridades por el parecido de su coche con el que describían las víctimas. Luego, las tres chicas agredidas sexualmente y el varón que acompañaba a la que lo fue en el último suceso, le identificaron en una rueda de reconocimiento y en el juicio oral. La otra mitad de testigos no logró identificarle. Fue acusado de tres episodios distintos de agresión sexual. Los de Tarragona y otro en Olesa (Cataluña) en 1991, y un tercero en Cornellá. Juzgado en juicios diferentes, fue condenado entre 1992 y 1994.
El Supremo indica en la revisión de la sentencia firme que había factores que lindan con el racismo, aunque sea inconsciente: «por la zona han tenido lugar una serie de violaciones acompañadas de robos que respondían a un mismo modus operandi. Violaciones en todos los casos protagonizadas por varones con una marcada fisionomía. Una fisionomía que, unida a especiales características en el habla, orientó las pesquisas hacia hombres de raza árabe, dejando al margen vías de investigación abiertas hacia otros horizontes». Al acusado, además lo habían paseado esposado frente a los que le identificaron luego en la rueda de reconocimiento.
Condenado a 27 años de cárcel por cada violación con empleo de armas y como cooperador necesario de dos, más otros 14 por violación vía anal y 16 por dos delitos de detención ilegal, Tommouhi sumaba más de 100 años de prisión en total.
«Cuatro años después de los hechos mencionados se produjo una segunda oleada de violaciones cuyos autores actuaban con el mismo modus operandi. En ese marco se detuvo a Antonio García Carbonell en el año 1995, que según indica el mencionado informe presentaba una fisonomía similar a la del Sr. Tommouhi, así como un habla susceptible de ser confundida (árabe este último y caló el Sr. García Carbonell)», indica el Tribunal Supremo en una sentencia difundida este lunes en la tarde. Por si fuera poco, el coche utilizado por Carbonell era similar, en modelo y color, al de Tommouhi. También había un «gran parecido físico». No obstante, su situación no varió y siguió en prisión. Estuvo 15 años entre rejas.
Clamando por su inocencia comenzó procesos de revisión de condena. En 1997 y 2023 se anularon dos sentencias «basándose en la retractación de alguna víctima y en las pruebas biológicas que descartaban la participación del recurrente», explica el Supremo, porque años después se comprobaría que «los marcadores del análisis de semen de la de la braga de la víctima y de la sangre en una camisa polo que vestía, no eran coincidentes con los marcadores genéticos» de Ahmed Tommouhi, prosigue la ponente Ana María Ferrer García.
Ahora se le exculpa de la tercera pena que seguía vigente, gracias a que «la cercanía espacio- temporal con aquellos y la similitud del modus operandi aportan una relevante excepcionalidad», a pesar de no contar con la retractación de las víctimas ni con pruebas científicas, justifica el máximo tribunal.
«El de revisión es un recurso excepcional al tener por objeto la revocación de sentencias firmes y atentar por ello al principio de cosa juzgada», mantiene la sentencia. «Implica la inculpabilidad de aquellas personas que han sido condenadas con notoria equivocación o error, de modo que su finalidad está encaminada a que prevalezca, sobre la sentencia firme, la auténtica verdad y, con ello, la justicia material sobre la formal». Persigue, dice, «el necesario equilibrio entre las exigencias de la justicia y las de la seguridad jurídica». Al fin, Tommouhi ya no tiene con la justicia unas cuentas pendientes que nunca debió tener.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Conservas Nuevo Libe, Mejor Anchoa 2025
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.