

Getafe 0-2 Athletic
A la Champions once años despuésSecciones
Servicios
Destacamos
Edición
Getafe 0-2 Athletic
A la Champions once años despuésEl objetivo del Athletic caía por su propio peso. Valverde lo dejó muy claro la víspera: «Tenemos tres oportunidades, pero vamos a intentar aprovechar la ... primera». Pues bien, su equipo la aprovechó. Los rojiblancos jugarán la Champions la próxima temporada y el cuarto puesto lo mantienen todavía a buen recaudo a falta de dos jornadas. Su triunfo en el Coliseum, el primero que consiguen a domicilio en los dos últimos meses, no será de los que uno conserve en su videoteca para disfrutar recordándolo. El partido, la verdad, fue una tufarrada de muy alta graduación. El equipo de Valverde, sin embargo, supo resolverlo tirando de las dos grandes virtudes que mantiene vigentes en este sprint final que tan largo se está haciendo: su capacidad de sacrificio y su fortaleza defensiva. Con ellas y con un gol de Guruzeta en el minuto 76 y otro de Vivián en el 88 se llevaron los tres puntos ante un Getafe en caída libre. Si no baja a Segunda la tropa de Bordalás es porque otros lo habrán hecho antes que ella.
Getafe
Soria; Iglesias (Nyom, m.85), Duarte, Alderete, Rico; Arambarri, Uche (Yildirim, m.85); Coba (Peter, m.79), Terrats (Ismael, m.85), Milla; y Álvaro (Mayoral, m.68).
0
-
2
Athletic
Simón; Gorosabel (De Marcos, m.85), Vivián, Yeray, Yuri; Berenguer (Nuñez, m.51), Jauregizar (Galarreta, m.85), Vesga, Unai (Adama, m.57); Guruzeta y Maroan (Sancet, m.57).
Goles: 0-1, m.75: Guruzeta. 0-2, m.88: Vivián.
Árbitro: Cuadra Fernández (Baleares). Amonestó a Milla.
Incidencias: 11.564 espectadores en el Coliseum
Lo de la solidez de la retaguardia rojiblanca, plasmada en unos números espectaculares, los mejores de su historia, va a acabar siendo la razón principal de que los leones hayan conseguido regresar a la Champions once años después; un logro extraordinario en cualquier circunstancia, pero todavía más si se le añade el mérito de haberlo hecho habiendo disputado la Europa League hasta las semifinales. En los cuatro últimos partidos de Liga, Unai Simón ha mantenido la portería a cero. Y en los últimos nueve sólo ha encajado dos goles, uno que le hizo el Real Madrid y otro el Rayo. Con esto está dicho todo.
Noticias relacionadas
Se sabía que el partido no iba a ser fácil, que tendría muchas entretelas, y no lo fue. El Athletic tuvo que madurarlo con paciencia y consiguió resolverlo en la última media hora, cuando los cambios, en concreto la entrada de Sancet y Adama Boiro, dieron otro aire a su juego ofensivo. Fue algo muy similar a lo ocurrido ante el Alavés. Los rojiblancos aprovecharon su mayor fondo de armario y, en cuanto empezaron a dar dos pases en campo rival, acabaron agrietando las costuras de la tropa de Bordalás. Que el primer gol que abría el marcador lo hiciera Guruzeta, que había fallado dos claras ocasiones durante el partido y arrastraba una clara crisis de juego en los últimos meses, fue una alegría añadida. Bastó con observar cómo celebraban sus compañeros ese 0-1 para comprender el cariño que le tienen al delantero donostiarra.
Como ocurrió en el último derbi, el frente de ataque de los rojiblancos era de nuevo un cuarteto experimental, producto de una coyuntura muy particular. Que no sólo volvía a incluir la ausencia de los hermanos Williams sino también la suplencia de Oihan Sancet, que por lo visto sigue sin estar para jugar noventa minutos. Valverde mantuvo a Maroan y Berenguer –tampoco tenía mucho más donde elegir, la verdad– y apostó por Unai Gómez y Guruzeta, satisfecho de la media hora que hicieron el pasado domingo. Su manera de combinar estas piezas, sin embargo, se hizo extraña. El Athletic suele ser muy fiel a su disposición táctica, pero esta vez su técnico decidió probar otra cosa. Se supone que en busca de una estrategia para hacer daño al 4-4-2 innegociable y académico de Bordalás.
Hubo que poner mucha atención y fijarse bien para ver cómo se posicionaban y movían los rojiblancos sobre el césped del Coliseum. Al principio pareció que se disponían en un 4-4-2, luego un 4-2-3-1 y por fin la cosa acabó con una defensa de tres centrales –Vivián, Yeray y Berchiche–, Gorosabel y Unai Gómez como carrileros con Jauregizar y Vesga a su altura, por delante Guruzeta y Berenguer y en punta Maroan. Un experimento en toda regla. ¿Funcionó? Pues bien, a estas alturas de la temporada no es fácil responder a esta pregunta tan sencilla. Si es por calidad del juego, hay que decir que no. Aquello volvió a ser un bodrio. Durante los primeros 45 minutos el equipo de Valverde no tiró una sola vez entre los palos. Si la respuesta es la solidez defensiva, la respuesta es que sí. El Athletic volvió a demostrar la dureza de su armadura.
Todo en la primera parte fue básico, elemental, un carrusel de pelotazos, pérdidas, saltos y despejes... Incluso los saques de banda se acabaron metiendo a la olla aprovechando la potencia de Vesga e Iglesias. Arambarri fue el único peligro del Getafe mientras que en el Athletic sólo Guruzeta tuvo una ocasión que mandó al limbo en el minuto 35. No era extraño, en medio de tanto aburrimiento e indigencia futbolística, que los aficionados del Athletic se pusieran a mirar al banquillo en busca de Sancet.
Sabían que allí podía estar la diferencia en la segunda parte y así fue. La entrada del navarro, junto a la de un Boiro muy profundo que tuvo un par de ocasiones nada más salir, cambiaron el paisaje del partido. Y no es que Sancet hiciera virguerías. Es que su sola presencia es un mensaje positivo. Aunque el Athletic no quería arriesgar en exceso porque el empate también era un botín aceptable, le bastó generar un pequeña inercia positiva en la circulación, a la que ayudó el cansancio de los azulones, para empezar a llegar con peligro a la portería de Batalla. De ahí llegaron los dos goles y un triunfo que el Athletic celebró por todo lo alto. En realidad, a la altura que merecía la conquista de un objetivo tan grande como la Champions.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.