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22.819 alumnos vascos de Primaria y Secundaria –casi el 11% del total en esas etapas– estudian en centros considerados de «alta complejidad». Se trata ... de colegios e institutos con un elevado porcentaje de estudiantes extranjeros y altas tasas de repetición de curso y de suspensos. La mayoría de estos centros educativos (el 84%) son públicos y el 16%, concertados, según se desprende del informe 'Diagnóstico del Sistema Educativo 2023', publicado por el Departamento de Educación. En total, los centros de complejidad «muy alta» o «alta» son 126: 85 son de Primaria (ocho concertados y 77 públicos) y 41 de ESO (doce concertados y 29 públicos).
Si se centra el foco en los centros más vulnerables, se observa que en Primaria el nivel socioeconómico de su alumnado es nueve veces inferior a la media; es decir, que son nueve veces más pobres. En Secundaria, este mismo indicador multiplica por 17 a la media. Esto se sabe gracias al Índice Socioeconómico y Cultural (ISEC).
Por lo general, son colegios con una elevada presencia de estudiantes de origen foráneo. De media, representan el 44,5% de los alumnos. Sin embargo, en el escalón de «muy alta» complejidad, esa cifra se dispara. Los extranjeros son mayoría en este tipo de centros de Primaria (superan el 60% de los estudiantes) y rozan la mitad en el caso de ESO (son el 46%).
En el plano académico, la distancia con el resto del alumnado es sideral. Por ejemplo, en los centros de Primaria de complejidad «muy alta» el 37% del alumnado suspende Euskera; en Lengua Castellana lo hace el 23%, en Inglés el 23% y en Matemáticas el 27%. Estas proporciones duplican o triplican, en función de la materia, la media del resto de estudiantes. En la ESO sucede algo similar.
Todo ello explica también que estos centros acojan a una mayor proporción de alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo, más o menos el doble que la media. Y también que haya más estudiantes con beca. En el caso de Primaria, la mitad de los alumnos de estos centros están becados; en los de ESO, son un tercio, aproximadamente.
En realidad, esta situación no es nueva. Todos los sistemas educativos cuentan con centros de este tipo. Pero las cifras sirven para hacerse una idea del problema de la segregación escolar. Euskadi es, tras Cataluña, la comunidad autónoma con mayor proporción de 'centros gueto'. Se trata de un problema de primer orden que lleva en la agenda desde hace varios años. La nueva Ley de Educación, por ejemplo, se refiere en varias ocasiones a esta cuestión. El Departamento de Educación también ha puesto medidas en marcha para tratar de corregir el desequilibrio, como la reserva de plazas para alumnos vulnerables en todos los centros sostenidos con fondos públicos.
Existen más iniciativas en este sentido. Una de ellas es el programa 'Eraldatzen'. Es un contrato-programa para centros públicos que les permite acceder a recursos adicionales con el objetivo de ayudar al alumnado a concluir su proceso formativo «con éxito, no sólo académico, sino también personal». El programa 'Bidelaguna' consiste en una serie de apoyos para los estudiantes fuera del horario lectivo.
En cuanto a la red concertada, la consejería convoca subvenciones específicas para centros de alta complejidad. El curso pasado fueron 17 los centros que recibieron dinero extra; de ellos, 16 eran católicos y el restante, una ikastola. No obstante, fuentes conocedoras de estos procesos lamentan que las subvenciones se convocan con demasiado retraso; el pasado año escolar, por ejemplo, la orden definitiva con el detalle del dinero para cada centro se publicó en abril, cuando sólo faltaban dos meses para final de curso.
Entre 2018 y 2022 aumentó la proporción de estudiantes que utilizan más el español que el euskera durante el horario escolar. Según los datos recogidos en el informe 'Diagnóstico del Sistema Educativo 2023', el 48,6% del alumnado de Primaria se encuentra en esta situación. Cuatro años antes era el 44%. La brecha se agranda en ESO. Según el estudio, el 64% de los estudiantes prefieren el castellano, mientras que en 2018 lo hacía menos del 60%.
En el otro extremo se sitúan quienes utilizan en mayor medida el euskera: son el 29% en Primaria y el 22% en ESO. Entre ambos grupos están quienes usan los dos idiomas en la misma proporción: el 22% en Primaria y el 14% en Secundaria. «Sigue siendo un reto para los centros educativos el incremento del uso del euskera en los mismos, especialmente porque para mucho alumnado es prácticamente la única referencia que tienen del euskera a lo largo de su día a día», señala el informe.
En paralelo, el documento ofrece otros indicadores que permiten hacerse una idea de la realidad lingüística del alumnado. Por ejemplo, el 32% de los estudiantes de 6º de Primaria (11-12 años) no supera el nivel inicial de lengua vasca. Y el 17% está en ese mismo nivel en lengua castellana. En Secundaria la proporción mejora: el 20,8% del alumnado no es competente en euskera; en castellano, es el 15,6%. Esta situación se produce en un contexto en el que el 78,6% del alumnado de Primaria estudia en centros de modelo D, en los que el euskera es la lengua vehicular. En Secundaria, el porcentaje es del 72,6%.
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