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Otro clásico que se pierde Bilbao. El Casco Viejo dio el pasado sábado la despedida a La Espuela, el local punk situado en el número ... 8 de Iturribide. La Espuela era un bar antifascista. Era, sin duda, también la avanzadilla de la Iturribide más rockera. Una taberna mítica que llevaba en funcionamiento 22 años.
Su cierre era un secreto a voces. Se venía pregonando desde hace tiempo en las redes sociales. Sus seguidores, que eran legión, venían anunciando su desaparición antes de que bajara la persiana. Heredó el nombre de otra 'La Espuela' que funcionó años antes.
«El mejor sitio de Bilbao, siempre que voy por allí me paso. Buen ambiente y un gran lugar para pasar un buen rato de ocio con los amigos. Recomendable al 100%», recordaba Noelia Ruiz. «Es una de las pocas tabernas punkies de Bilbao. Buena música punkie, buena cerveza y buen ambiente. Con futbolín y maquinita arcade a su disposición», añadía Iñigo León.
«El Garito de los garitos. Me atrapó desde el principio. Ambiente y música punk rock. Servicio simpático y correcto. Bien situado. Acogedor e informal un 25... oh yeah. Imprescindible!» destaca Ilusa Gracia. «Gente muy maja. De los pocos sitios hardcore y punk que encontré por Bilbao. Genial para tomar algo», expresaba Pol V D.
El cierre ha causado rabia. Solo hay que leer a Pablo. «De los mejores garitos de Bilbao. Pena que vaya a cerrar. Malditos especuladores», reprochaba hace tres semanas.
La Espuela era de los pocos bares que mantenía en pie un futbolín, recordando viejas épocas. «Brutal... musicón punk rock, buen y variopinto ambiente. Buen servicio. Buenos precios. Excelente ubicación. Lo recomiendo si te va el ambiente un tanto diferente y extremo respecto a la 'gente normal'», detallaba LM GV. «Un garitazo punki de los guapos, con peña muy molona y muy buen rollo», describía Juanma Andreu.
Facebook se ha llenado de detalles cariñosos y también algunos con retranca. «Especializado en bodas, bautizos, comuniones y despedidas carcelarias. A tope», subrayaba Astola Plissken. Para sus dueños, era, por supuesto, el mejor bar del Casco Viejo. Sin embargo, los propietarios del local han decidido hacer caja y optar por su venta, lo que ha impedido renovar el alquiler. ¿Qué suerte correrá? Hay quien ya ve un nuevo establecimiento de hamburguesas.
Sea lo que sea, se pone fin a una era, ya añorada por muchos, como el presentador Iñaki López. «La gentrificación, los pisos turísticos, las franquicias gastronómicas de aluvión o los coquetos 'corners' de cupcakes. Sufrimos una tendencia global que lamina lentamente la personalidad de los barrios históricos de todas las ciudades. Bilbao no iba a ser la excepción. Ese Casco Viejo creativo, noctámbulo, contestatario y underground de sus celebrados bares de rock'n'roll lleva años sufriendo la incomprensión municipal, los alquileres galopantes y los cambios de hábitos. La Espuela es la última víctima. Para alguno un tasco pequeño y ruidoso lleno de gente sospechosa. Pero para muchos todo un centro cultural con barra y futbolín. Templo musical y bastión contra esa ola que uniformiza las ciudades, los bares y los paisanos. Quedan garitos. Seguiremos resistiendo», concluye López.
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