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El legado de Tennessee Williams sigue más vivo que nunca, como demuestra que, en poco más de un mes, pasen por el Teatro Arriaga dos clásicos del dramaturgo estadounidense. Si en febrero el público bilbaíno aplaudió el montaje de David Serrano de 'Un tranvía llamado deseo', a finales de este mes se estrenará 'El zoo de cristal' en una nueva adaptación a cargo de Natalia Menéndez y que se representará primero en euskera –21, 22 y 23 de marzo– y unos días después en castellano –del 3 al 6 de abril–.
Este montaje está suponiendo «un sueño» para Menéndez que, en rueda de prensa este lunes en el Arriaga ha explicado que no era una gran conocedora del universo de Williams y le sorprendió que Calixto Bieito le encarga esta adaptación. «No me había interesado demasiado su obra porque no me gustaban las versiones naturalistas con las que se le tienda a representar. Pero al leer la obra original con la introducción del propio autor descubrí a alguien extraordinario y me enamoré», ha detallado.
Por tanto, esta versión de 'El zoo de cristal' va a huir por completo del teatro naturalista –que al propio Williams no le gustaba para esta obra– y va a ofrecer un montaje «como no se ha visto nunca en España» y que ahondará en el espíritu cómico, surrealista, onírico y simbolista del texto original.
Pese a que la dramaturga madrileña no tiene conocimiento alguno de euskera, se ha rodeado de profesionales como Kepa Errasti –que ha traducido al euskera la adaptación de Menéndez– y de Getari Etxegarai como ayudante de dirección, así como de un elenco de actores vascos de categoría: Mikel Losada, Ione Irazabal, Miren Gaztañaga y Arnatz Puertas.
'El zoo de cristal' ('The Glass Menagerie', en original) es la obra que catapultó a Williams al éxito en Broadway. Narra las penurias y desventuras de una familia venida a menos que trata de sobrevivir en la época de crisis posterior al 'crack de 1929. Una época con ciertas similitudes a la actual, con una clase media empobrecida que no es capaz de reaccionar ante su declive social.
El director del Arriaga, Calixto Bieito, en un vídeo desde Ginebra, donde trabaja estos días en la ópera 'Khovanshchina'; ha recordado que la obra es un exponente de la «fragilidad humana» y ha recordado que Tennessee Williams tenía predilección por la lírica. «Yo no soy un dramaturgo, soy un poeta», llegó a afirmar el autor de Misisipi. «Este es el Williams que a mí me gusta», ha señalado Bieito.
Entre los actores, Mikel Losada ha destacado que, aunque en una primera lectura el texto le parecía muy dramático, Menéndez ha logrado «encontrar mucha comedia y mucho ritmo». «Nos pide todo el rato que no nos aburguesemos y que mantengamos el ritmo en escena, así que el público va a alucinar, porque además esta adaptación desmonta prejuicios sobre el naturalismo que le atribuyen a Williams», ha reflexionado.
Por su parte, Miren Gaztañaga ha definido el trabajo para esta adaptación como «un viaje muy disfrutable con un equipo muy implicado» y destacó que se adapten clásicos así al euskera. Asimismo, prometió al espectador que va a asistir a un drama que narra «de una forma salvaje» la lucha por la superviviencia de unos personajes en una situación muy adversa.
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