

El bilbaíno que hace espectaculares mates por el mundo
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Con 5 años machacaba el aro en una canasta de su cuarto; ahora, a los 21, Aitor Fernández quiere dar el salto a EE UU para competir en el circuito profesionalSecciones
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Con 5 años machacaba el aro en una canasta de su cuarto; ahora, a los 21, Aitor Fernández quiere dar el salto a EE UU para competir en el circuito profesionalMichael Jordan, Zach LaVine, Shawn Kemp o Domininique Wilkins son algunos de los jugadores que vienen a la memoría de la mayoría de los aficionados ... al baloncesto a la hora de hablar de grandes especialistas en mates. Todos ellos fueron fuente de inspiración para el bilbaíno Aitor Fernández que, pese a su juventud –21 años (19-06-2003)–, viene pisando fuerte y tiene claro que entrar en el circuito profesional de 'dunkers' «es solo cuestión de tiempo».
A primera vista, el vizcaíno no es el prototipo de atleta que uno espera encontrar en una modalidad que conjuga deporte y espectáculo a partes iguales. Con un metro y 81 centímetros de altura, resulta complicado imaginar que pueda volar tan alto –el aro se encuentra a 3,05 del suelo– para ejecutar mates con acierto. Hasta que entra en acción y deja claro que la altura no es un problema en su caso. Los muelles que tiene por piernas y «mucho trabajo y sacrificio» –tres horas diarias de gimnasio– le permiten seguir quemando etapas camino de hacer realidad su sueño.
La afición le viene de niño. Con cinco años, aunque jugaba al fútbol, ya hacía mates en la pequeña canasta que tenía en su habitación. Pero no fue hasta que un amigo le animó a probar el baloncesto en el patio del colegio cuando asumió que lo suyo era la canasta. Y no perdía oportunidad en los entrenamientos y en las horas de recreo en Askartza para «primero intentar colgarme del aro, después machacar y luego intentar cosas más complicadas», recuerda.
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Sin embargo, varias lesiones en su rodilla derecha estuvieron a punto de alejarle del basket. Tras ocho meses fuera de las canchas por una rotura de ligamento, consiguió recuperarse y voló a Estados Unidos para cursar el Bachillerato. Allí pudo disputar la High School defendiendo la camiseta de los Davidson. A su regreso a España, Fernández se instaló en Barcelona para afrontar su etapa universitaria, donde un nuevo percance en la misma rodilla parecía poner fin definitivamente a su etapa como jugador de baloncesto.
Pero en su filosofía de vida el conformismo no tiene cabida. Siempre busca el más difícil todavía y, trasteando en las redes sociales, se topó con dos personas que le ayudaron a salir del pozo de las lesiones para «seguir haciendo lo que me gusta, que es saltar y hacer mates. Soy un friqui de eso». El plan de trabajo personalizado que le marcaron Isaiah Rivera, el mejor 'donqueador' del mundo, y Austin Bourque, a través de su empresa de entrenamiento THP en USA, le impulsaron «a mejorar y recuperar la ilusión» hasta llegar a la conclusión de que puede dedicarse profesionalmente al mundo de los mates.
Los primeros resultados han sido prometedores. Su bautismo en la competición fue hace dos años en Barcelona y, para su sorpresa, ganó gracias a un mate en el que saltaba por encima de una bicicleta en movimiento. Poco después, al tener constancia de que en Italia se iba a disputar el concurso DKB profesional en el que iba a estar presente su preparador Isaiah Rivera junto a algunos de los mejores matadores del mundo, no se lo pensó dos veces.
«Tenía que ir, aunque no tuviera presupuesto y me tocara dormir en un parque», asegura. Acertó. Los organizadores le permitieron realizar el calentamiento junto a los profesionales y, desde entonces, todo ha ido rodado. Ha competido por ejemplo en Cerdeña, donde estuvo a las puertas del triunfo con un mate en el que saltó por encima de una Vespa con sidecar que provocó la locura entre el público. La puesta de largo en casa fue en septiembre del año pasado. Saltó a Miribilla en la previa del primer partido liguero del Surne ante el Breogán para dejar a los aficionados con la boca abierta.
Ambas partes quedaron encantadas del resultado y repitieron experiencia el pasado 23 de diciembre en el entrenamiento a puerta abierta que realizó la franquicia bilbaína. En aquella ocasión, Fernández se atrevió a saltar por encima de Bassala Bagayoko, de 2.07. Sus próximos retos también son de altura. Por un lado, tiene previsto viajar en breve a Estados Unidos para seguir creciendo a las órdenes de Isaiah Rivera con miras a entrar en el circuito profesional FIBA.
Y, mirando a más largo plazo, Aitor Fernández quiere formarse y preparar en el futuro a jóvenes amantes de los mates. «En Europa hay gente de mucho nivel y es una disciplina en crecimiento en la que los chavales tienen que saber que la altura no es tan importante», concluye.
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