El 58% de los trabajadores vascos con baja ya habían tenido otra en el mismo año

En Euskadi estas recaídas son habituales. Según recoge el estudio, que se ha elaborado con todos los datos recopilados por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones entre 2018 y 2023, un 58,3% de las personas de baja forman parte de este colectivo de repetidores. Alcanza así un podio que sólo superan Navarra (donde llegan al 61,2%) y Cataluña (con un 60,5%).

En 2018 estas personas con múltiples bajas suponían un 14,3% de todos los trabajadores vascos pero en 2023 alcanzaron ya el 22,5%. Su presencia en Euskadi va al alza y su peso, además, es vital. Así lo concluyen los datos recogidos para toda España. Tanto es así que a nivel estatal, pese a suponer menos del 17% de los empleados, los repetidores concentraron casi el 70% de todas las bajas y absorbieron el 65% de las jornadas perdidas.

El informe, presentado ayer en el Consejo Económico y Social, señala que mientras las personas que sufren un periodo de baja al año se ha venido manteniendo estable, el absentismo por incapacidad temporal (IT) se ha disparado. «La repetición de bajas por un mismo trabajador permite explicar la práctica totalidad del aumento de la IT entre 2018 y 2023, que han pasado del 4,1% al 5,6%», detallaron los catedráticos de psicología social y fundamentos del análisis económico de la Universidad de Valencia, José Peiró y Lorenzo Serrano, al frente del trabajo.

La subida, en Euskadi, no se queda atrás. Las jornadas perdidas por el absentismo derivado de la incapacidad temporal crecieron desde el 5%, en 2018, al 7,1% en 2023. La tasa más alta de España, sólo por detrás de Canarias (en el 7,4%), aunque los autores del estudio advirtieron ayer que la subida se mantiene constante a lo largo de todo el país, y como reflejan los indicadores, ha seguido cobrando peso en 2024.

En cualquier caso éste no es el único ranking en la que las provincias vascas figuran en rojo en los mapas. Lo hacen también en la prevalencia de los procesos de baja que superan los 12 meses de duración, con un 10,5 por cada mil trabajadores frente al 9,3 de media para toda España. Las bajas más largas, en el caso vasco, se produjeron en las industrias extractivas, en las actividades de los hogares, en actos administrativos, en trabajos de transportes y almacenamiento y en el área del agua y el saneamiento.

La presentación, en la que también participaron el ex secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, el presidente del CES, Antón Costas, la presidenta de Umivale y su director general, Ana Benavides y Héctor Blasco, y el director de investigación del IVIE, Francisco Pérez, diseccionó otras señales que pretenden perfilar la evolución en España de las Incapacidades Temporales.

Así, entre otros indicadores, destacaron que éstas bajas tienden a crecer en periodos de bonanza económica (mantienen una relación inversa con las tasas de paro), que se producen especialmente en las empresas de mayor tamaño, que impactan más en las mujeres, que se dan menos entre los trabajadores de más edad y en los autónomos -aunque cuando se producen se prolongan durante más tiempo en ambos grupos-, o que cobran mayor frecuencia entre los trabajadores con contratos indefinidos.

En su presentación los autores también llamaron la atención sobre las dos patologías crecientes, las algias -dolores que se concentran en diferentes partes del cuerpo sin que necesariamente haya una causa evidente- (que suponen un 32,6%) y las derivadas de la salud mental (un 18,4%). Juntas justifican así más de la mitad de las causas de baja.