Obligan a la Seguridad Social a dar una pensión de 1.500 euros a una cajera de Mercadona con 'espalda fallida'

La Justicia ha reconocido a una empleada de 57 de un supermercado de Mercadona el derecho a cobrar una pensión de Incapacidad Permanente Total (IPT) a causa del síndrome de la espalda fallida, un problema de salud crónico que, a ojos del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, le impide ejercer como cajera.

Se trata de un fallo que desacredita la postura de la Seguridad Social, según refleja el portal Noticiastrabajo. En un primer momento, el organismo había denegado inicialmente la incapacidad en cualquier grado a la trabajadora al interpretar que podía desempeñar otros trabajos. La mujer sufre desde hace años dolencias musculoesqueléticas y neurológicas por las que estuvo de baja por incapacidad temporal. Tal y como desprende el fallo, su historial clínico recoge diagnósticos como fibromialgia, síndrome de espalda fallida, artrosis lumbar y cervical, además de protusiones discales y trastornos ansioso-depresivos. La denunciante también se sometió a una intervención quirúrgica por una hernia discal L5-S1. Sin embargo, no mejoró y desarrolló un cuadro crónico de dolor persistente, rigidez y limitaciones funcionales severas, agravadas con el tiempo.

Fue entonces cuando decidió solicitar al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) el reconocimiento de una incapacidad permanente. Una vez evaluada por el Equipo de Valoración de Incapacidades, el organismo denegó cualquier grado de incapacidad. La mujer acudió a la Justicia después de reclamar y encontrarse con la negativa del INSS.

En primera instancia, el Juzgado de lo Social número 1 de Benidorm consideró que esta empleada de Mercadona tenía derecho a percibir una pensión por incapacidad permanente total para la profesión habitual. El magistrado consideraba que sus problemas de salud le impedían desarrollar con normalidad las funciones como cajera de supermercado. También determino que deberá recibir una pensión vitalicia equivalente al 75% de su base reguladora (se cobra un 20% en los casos de una incapacidad permanente cualificada). Por tanto, si ésta era de 1.992,55 euros mensuales, la prestación se quedaría en 1.494,41 euros.

La Seguridad Social decidió recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, que desestimó sus argumentos. El organismo defendía que el cargo de en Mercadona de «la categoría de gerente A no solo incluye funciones de caja, sino también tareas de reposición y venta, lo que exige esfuerzo físico, manejo de cargas y movimientos continuos». En respuesta, los jueces esgrimieron que la mujer debía evitar tareas físicas intensas y la conducción de vehículos, según se desprende de los informes médicos aportados.

Por ello, el TSJ respaldó que se trata de un caso que «es incardinable en una incapacidad permanente total». El fallo defiende que las lesiones diagnosticadas «son incompatibles con las labores propias de su categoría profesional según convenio, que sí exige ciertos requerimientos físicos, movimientos repetitivos y sobrecarga de espalda y columna». Eso sí, la sala matizaba que la denunciante conservaba capacidades para desempeñar otros trabajos más livianos, pero no para los correspondientes a su puesto.

El síndrome de espalda fallida es una de las complicaciones más habituales de los pacientes que han sido operadas de la columna vertebral. Entre un 10 % y un 40 % de los pacientes intervenidos pueden llegar a desarrollar este dolor crónico que, en muchos casos, resulta más intenso que el que sufrían antes de la cirugía.

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