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A la espera de celebrar en los próximos días una reunión para limar asperezas, el Departamento de Salud y la UPV/EHU continúan enfrentados en ... la polémica por las plazas de Medicina en euskera. Mientras el Gobierno vasco quiere crear 40 nuevos puestos, la Universidad solo ha previsto 16 porque asegura que no hay espacio para acoger más alumnos y porque no está dispuesta a ofertar más plazas si no existen garantías de que esos estudiantes van a completar los seis años de carrera íntegramente en lengua vasca. Algo que, a su juicio, hoy por hoy no sucede al no haber suficientes médicos especialistas con nivel C1 -obligatorio para dar clase en el grado de euskera, equivalente al EGA- que quieran impartir todas las unidades específicas de cada asignatura cuando los alumnos pasan al hospital, a partir de 4º de carrera.
Bizkaia 974 profesionales han acreditado estos perfiles. La mayoría están en las OSI de Barrualde-Galdakao (299), Bilbao-Basurto (234) y Ezkerraldea-Enkarterri-Cruces (227).
Gipuzkoa 880 trabajadores. Destacan las OSI de Donostialdea (466), Debabarrena (101) y Goierri-Urola (119).
Álava 201 médicos, la mayoría en la OSI Araba (186).
Euskadi Las áreas de Emergencias, Transfusiones y Tejidos Humanos y Dirección General suman 31 galenos con C1 o C2.
Ante esta situación, como desveló EL CORREO, la Universidad ha propuesto elevar la exigencia lingüística de B2 a C1 en algunas especialidades. Salud, por su parte, replicó ayer que ya hay 2.086 médicos con el C1 o C2 de euskera, el 26% del total. Considera que son suficientes para cubrir la demanda docente y rechaza elevar los requisitos de forma generalizada. «Osakidetza cuenta con un plan propio muy exigente que está funcionando», señalaron fuentes oficiales.
Sin embargo, la UPV/EHU apenas cuenta con 505 profesores asociados en el grado de euskera. Aunque el grueso son médicos, aquí entra también el personal de enfermería, psicología y fisioterapia. Es decir, que la proporción de galenos de Osakidetza con perfil lingüístico avanzado que decide impartir docencia es menor del 25%.
El consejero, Alberto Martínez, ha pedido esta semana ser más flexibles en todo este asunto. «Puede ocurrir que cuando estudia Medicina uno haga 1º, 2º y 3º en euskera», pero que más adelante «haya una asignatura que pueda hacerla en castellano», señaló, en declaraciones a los medios. Si la clase de esta especialidad se imparte en euskera «pero llega un paciente que habla castellano, los alumnos siguen viendo a ese paciente. No podemos establecer un sistema tan rígido que no permita entender que aumentar las plazas en euskera favorecen la formación en el entorno», afirmó.
Según fuentes conocedoras del funcionamiento tanto de Osakidetza como de la UPV/EHU, el cuello de botella está en Álava, donde apenas 201 médicos cuentan con el C1. El de Txagorritxu es el único de los cinco hospitales universitarios que no imparte formación en euskera. Es decir, que las opciones de ampliar el grado de Medicina en euskera pasarían por crecer en Álava, donde apenas hay profesionales con perfil lingüístico avanzado.
El segundo problema es de incentivos. Docentes consultados por este periódico lamentan que impartir clase es una tarea que «no tiene prestigio» y que la retribución «no es consistente». «Se gana mucho más con un par de guardias», apuntan.
Este es uno de los aspectos que aún se tienen que debatir en el Pacto de Salud. Una de las propuestas del grupo de trabajo que analiza la política lingüística pasa por generar más incentivos para seducir al personal médico. Eso implicaría, por ejemplo, ampliar las convocatorias, dar más apoyo institucional, eliminar la carga de otras funciones en los primeros años para poder asumir la enseñanza en euskera, compatibilidad de horarios, puntuación adicional para el desarrollo profesional…
En cualquier caso, Salud urge a abordar el debate. En los próximos años va a haber una oleada de jubilaciones (el 17% de los médicos de Osakidetza tiene más de 60 años). «Cuanto antes empecemos a ampliar las plazas, mejor», señalan fuentes del departamento. Su prioridad es que sean en euskera para formar médicos vascos que el día de mañana se queden aquí a trabajar. Sin embargo, la UPV/EHU exige garantías de que la calidad de la enseñanza en euskera no se verá perjudicada. «Si faltan médicos, es por una falta de planificación del departamento, no de la Universidad», indican fuentes académicas.
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