El médico que asistió en sus últimos momentos a una niña: «La muerte no entiende ni de horarios ni de festivos»
Los padres de la niña fallecida destacan «el trato humano y la seguridad» que les trasmitió el equipo de Cruces de Etxaniz
Con una mezcla de satisfacción y prudencia. Así recibió ayer el pediatra Jesús Sánchez Etxaniz el anuncio realizado por el consejero de Salud sobre la ... creación de una estructura asistencial para ofrecer cuidados paliativos pediátricos en el domicilio durante todo el año, las 24 horas del día. Satisfacción porque es una demanda que este equipo de Cruces lleva años reclamando, y prudencia porque no es la primera vez que les dicen que se va a adoptar esta medida y finalmente no se lleva a cabo. A esto se suma la incertidumbre por conocer cómo se aplicará.
Ayer por la tarde nadie del Departamento de Salud se había puesto en contacto con ellos para notificarles cómo se va a ampliar esta atención. Actualmente en Euskadi solo existe un equipo que ofrece cuidados paliativos infantiles en domicilios. Es el de Cruces y está compuesto por Sánchez Etxaniz y otro pediatra, junto a dos enfermeras. Este profesional entiende que es necesaria una ampliación de plantilla, porque «para cubrir este servicio 24/7 solo con nosotros no da».
Este profesional tiene claro que la atención que ofrecen debe ser integral. «Si vamos a una casa a asistir a un niño en el final de su vida y acompañar a su familia, vamos cuando hace falta, no solo de ocho de la mañana a tres de la tarde de lunes a viernes. Porque la muerte no entiende de horarios ni de festivos», afirmaba con rotundidad. Es más, detalló que «un porcentaje muy alto de los fallecimientos, más de la mitad, ocurre de madrugada». De ahí que no entendiese ni compartiese las limitaciones horarias para atender estos casos. «Hablamos de un derecho reconocido por la legislación internacional. Las familias y los pacientes lo merecen. Todos podemos enfermar de gravedad y vernos en esta situación en algún momento. Por eso nos consume la incomprensión de la gente que tenemos por encima en el hospital y la amonestación que hemos recibido por trabajar fuera de nuestro horario», confesaba.
Juncal e Iñaki son los progenitores de Aiuri, la pequeña de 4 años que falleció la pasada semana. Fue por atender a esta niña de madrugada y tras usar un coche del hospital por lo que fueron apercibidos los sanitarios de este equipo. Ayer los padres destacaban la atención recibida por estos profesionales. «Desde el principio fue un trato muy humano. Intentaron establecer un vínculo con Aiuri. Son momentos de incertidumbre y ellos nos daban seguridad. Sabíamos que podíamos contar con ellos y que iban a venir a casa», explicaban ayer en declaraciones a TVE. Pese a los difíciles momentos que están viviendo, decidieron apoyar a estos profesionales «porque habrá otras familias que les necesiten, para que sepan que les van a tener disponibles».
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