El partido de la salvación matemática

Los hombres de negro tienen asegurado repetir en el tablero continental como vigentes campeones de la Europe Cup, siempre y cuando no acaben entre los tres últimos de la clasificación, pero también quieren ver si pueden contar con una invitación que les permitiría disputar la Basketball Champions League (BCL). De ahí que necesiten sacar adelante al menos dos de los cuatro partidos que les quedan para evitar el decimosexto escalón de la ACB y como poco repetir en el torneo que acaban de ganar. A los de Jaume Ponsarnau les falta por medirse al Leyma Coruña, Zaragoza y Barcelona en Miribilla, y al Baskonia en el Buesa. Los dos próximos choques ante los gallegos y los aragoneses en el Bilbao Arena están subrayados en rojo en la agenda de los vizcaínos.

La FIBA, tal y como avanzó este periódico, argumenta que la Federación Española de Baloncesto (FEB) «puede solicitar dos plazas para sus equipos. Si el Bilbao Basket, por ránking ACB, queda entre los 12 mejores -algo que rozaría el milagro- se clasificaría para la Europe Cup. Si no lo hace, como es campeón, la FEB tendría una tercera plaza que iría para el Surne salvo que quede entre los tres peores puestos de la Liga Endesa». Sobre el papel, estas serían las reglas de juego a las que debería acogerse la franquicia de Miribilla. Ahora bien, sus aspiraciones pasan por dar un salto y explorar todas las posibilidades de hacerse con un hueco en la Champions. Pero antes de hacer cuentas y trazar estrategias hay que tumbar al Leyma.

Los coruñenses tienen casi los dos pies en la Primera FEB porque apenas cuentan con seis victorias a falta de cinco jornadas para el final de la fase regular. Les queda uno más que a los bilbaínos porque jugarán el choque ante el Barcelona el jueves 8 debido a las obligaciones de los culés en la Euroliga. El Surne sabe que la victoria es el único desenlace aceptable ante un rival hundido y al que pasó por encima en la primera vuelta, con aquel 79-100 en el Coliseum A Coruña. A diferencia de los gallegos, los de Ponsarnau tendrán toda la semana para preparar el duelo. Y ganarlo. Porque unas horas después toca ir al homenaje de San Mamés con un triunfo bajo el brazo.