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La celebración de la final de la Europa League en Bilbao entre el Tottenham y el Manchester United este próximo miércoles 21 de mayo exige ... un dispositivo de seguridad sin precedentes y medidas nunca antes vistas. Una de ellas, el cierre completo de la estación de metro de San Mamés desde las tres de la tarde. El blindaje del entorno del estadio bilbaíno es la principal punta de lanza de un plan que el Gobierno vasco, Ertzaintza, Athletic y Ayuntamiento han consensuado con la UEFA y que se está ultimando estos días.
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En los aledaños de San Mamés se pondrán en marcha los controles más férreos de seguridad. El consejero de Seguridad Bingen Zupiria explicó ayer que el objetivo es que los aficionados londinenses y del United no coincidan a la entrada del campo. En el resto de la ciudad, no sufrirán ninguna restricción y podrán disfrutar de la previa del partido donde más les apetezca. La relación entre hinchadas es buena y no se prevé la llegada de hoolingans que busquen reventar la fiesta.
La capital vizcaína pondrá a disposición de ambas hinchadas dos 'fan zones' en puntos de la ciudad bastante alejados entre sí. Los conocidos como 'Spurs' están citados en Amezola y los 'diablos rojos' en el Parque de Etxebarria. Además, el Arenal acogerá la 'fan zone' oficial de la UEFA. «Todos los aficionados ingleses tendrán libertad para desplazarse por Bilbao y de mezclarse si es que así quieren», afirmó Zupiria en una entrevista concedida al programa Ser Deportivos Bilbao.
El partido, de hecho, no ha sido declarado de alto riesgo. El Gobierno vasco prevé el desembarco de decenas de miles de aficionados sin entrada. Una movilización de personas en la villa que aspira a batir todos los récords. «Los responsabables de la Ertzaintza temían más a otras aficiones que a estas», reconoció el dirigente jeltzale quien también se mostró cauteloso por que la situación se complique.
Zupiria aludió a los incidentes ocurridos en las anteriores citas europeas, especialmente, el día de la Roma, si bien el consejero insistió en remarcar que los seguidores de ninguno de los equipos participantes tuvieron nada que ver, sino que fueron provocados por personas totalmente ajenas a los partidos. «No voy a ocultar que tenemos cierta precaución porque nos hemos encontrado con incidentes que no esperábamos en los encuentros del Athletic de la Europa League que se han disputado en Bilbao y eso nos obliga a tener alguna precaución en los alrededores», manifestó.
Zupiria mostró sus deseos de que el miércoles Bilbao se convierta en una auténtica fiesta y la imagen de cara al mundo sea muy positiva. «Tenemos una oportunidad para que los miles de personas que nos van a visitar se vayan con una impresión estupenda», subrayó. Para ello, puso como ejemplo la final copera de Sevilla, que fue un verdadero ejemplo de saber estar y de convivencia. «En Sevilla anduvimos con absoluta libertad. Quien quiso pudo ir a la 'fan zone' del Athletic… Aquí, todas las personas que nos visiten van a tener libertad de movimientos para deesplazarse por la ciudad, si quieren mezclarse con la otra afición. El momento más crítico, que es el que hay que cuidar, es del acceso al estadio y en el interior del mismo», remarcó.
En el entorno más cercano a San Mamés sí se coartará la libertad de movimientos de los hinchas de ambos equipos y también de los lugareños. Ante la previsión de que se cierren algunos locales hosteleros de forma puntual o se restrinja el acceso a algunos vecinos de la zona, Zupiria pidió «paciencia».
«Tanto Bilbao como Donosti o Gasteiz tienen la gran ventaja de contar con estadios en el centro de la ciudad. Esto tiene grandes ventajas pero en circunstancais especiales como esta se convierte en una dificultad. En Munich, que acoge la final de la Champions, el Allianz Arena está a kilometros del centro. En el camino no hay bares. La situación es diferente», advirtió. Muchos bares del entorno de San Mamés mostraron su indignación al día del Rangers tras tener que bajar las persianas de sus negocios por la orden de la Ertzaintza.
El dirigente nacionalista explicó que la «UEFA exige montar un aparato de seguridad que va a ir cribando el paso de la gente y va a condicionar los movimientos de la gente en el entorno del estadio de los aficionados de uno y otro equipo y también va a condicionar durante alguans horas, la posibilidad de movimiento de las personas que viven en esas calles». No obstante, mostró su «preocupación» por estos ciudadanos que pueden sufrir algún tipo de trastorno por el partido. «Lo que me preocupa es la gente que trabaja o vive muy cerca de San Mamés. En las próximas horas se facilitará más información para que todos sepamos las barreras que podemos tener».
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