
Lo que todas callan, memoria de Josefina de la Torre
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Golpe a golpe ·
La biografía escrita por Marina Patrón refleja la intensa labor intelectual de una mujer moderna que destacó en la literatura, el cine, el teatro y la televisiónCarlos Aganzo
Sábado, 26 de abril 2025, 00:00
La figura literaria de Josefina de la Torre va cobrando un interés creciente en este tiempo. Fundamentalmente como poeta en la coda de la Generación ... del 27, aunque también en ese grupo tan heterogéneo y artificioso que se ha dado en llamar de las 'sinsombrero'. Y sin duda encuadrada en esa extraordinaria Edad de Plata de la literatura española, donde sonaron voces de mujer como nunca antes lo habían hecho. Y como se silenciaría después, en los largos años de la dictadura. A través de editoriales como Torremozas o Renacimiento, su poesía ha ido saliendo de nuevo a la luz en los últimos años, recordándonos a aquella autora que escribió sus primeros poemas siendo una niña, y a la que Pedro Salinas prologó su primer libro, 'Versos y estampas', publicado en Málaga por Litoral precisamente en 1927. La poeta canaria, profundamente vinculada a su tierra, de 'Poemas en la isla' (1930), y la única mujer, junto a Champourcin, incluida en la célebre 'Antología de la Poesía Española (contemporáneos)' de Gerardo Diego, de 1934. Eso, antes de la guerra incivil, que después vendrían otros libros como 'Marzo incompleto' (1968) y 'Él', que quedaría inédito.
Pero además de poeta, a lo largo de los 95 años que vivió fundamentalmente entre Las Palmas y Madrid, Josefina de la Torre desarrolló una intensa labor intelectual no solo en las letras sino también en el cine, el teatro y la televisión, como actriz, adaptadora de guiones o traductora. Siempre en su empeño, como ella misma dejó escrito, de representar algo más que el papel de «madre y esposa», al que le condenaba la vida social y cultural de su tiempo. Una personalidad rica e intensa, la de Josefina de la Torre Millares (Las Palmas, 1907-Madrid, 2002), que ahora se refleja en el libro 'Josefina de la Torre, una biografía', firmado por Marina Patrón para Renacimiento.
Una biografía construida a partir de los cuadernos y archivos personales que dejó la escritora, con el añadido de otras aportaciones, como las del poeta Carlos Reyes, «que viajó desde Estados Unidos para reivindicar su poesía»; la periodista Alicia Mederos, que la trató en los últimos años, o, sobre todo, sus sobrinas Paloma, Claudia, Rocío y Selena. Además de sus memorias de madurez, que Josefina tituló, tan significativamente, 'Lo que todas callan. Memorias de una mujer'. Y de las cartas que le envió, entre 1924 y 1931, el que fue su «primer gran amor», el escritor, crítico e historiador Juan Chabás.
Una historia que comienza en su casa natal de Las Palmas, donde hoy una placa recuerda únicamente a su hermano, el novelista, poeta, dramaturgo y director de cine y teatro Claudio de la Torre, y donde se evoca la experiencia de aquel primer Teatro Mínimo en el que ambos colaboraron. Una profesión, la del teatro, que mantuvo a lo largo de toda su vida, como actriz de la compañía María Guerrero o del grupo de Teatro Invisible de Radio Nacional de España, e incluso al frente de su propia compañía de comedias, que fundó en 1946, además de trabajar en otras al lado de Núria Espert, María Fernanda D'Ocón, Vicente Parra o Amparo Soler Leal.
Rescate de manuscritos
En paralelo al teatro, Josefina de la Torre desarrolló también una intensa carrera como soprano lírica, pero sobre todo trabajó en el cine, y también en la televisión. En los años treinta prestó su voz en Francia como actriz de doblaje, entre otras, a Marlene Dietrich. Y en los cuarenta, ya en Madrid, fue ayudante de dirección, guionista y columnista de la revista 'Primer Plano'. A las órdenes de su hermano Claudio trabajó en películas como 'Primer amor', 'La blanca paloma' y 'Misterio en la marisma', pero también con otros directores como José María Castellví, Miguel Pereyra o Edgar Neville.
Aunque en 1954 publicó, en una edición modesta, su obra 'Memorias de una estrella', novela en la que contaba la historia de una actriz que dejaba el mundo del cine en pleno éxito, lo cierto es Josefina de la Torre siguió siendo actriz mucho tiempo más. Su última intervención registrada fue para la serie de televisión 'Anillos de oro', de Ana Diosdado y Pedro Masó. En paralelo, y además de su poesía, estuvieron sus novelas. Las primeras, de corte folletinesco, las publicaría en Las Palmas, donde se refugió durante la guerra, bajo el seudónimo de Laura de Cominges. Más tarde en Madrid escribiría, además, 'En el umbral', dejando inéditos algunos manuscritos sobre los que ahora trabaja precisamente Marina Patrón, para su rescate. El retrato, en fin, en palabras de su biógrafa, de «una mujer moderna que se enfrentó a su familia, que trabajó por su independencia y que desempeñó los más diversos oficios en unos años en los que las mujeres apenas tenían derechos. La de una prestigiosa cantante y actriz que se labró un nombre como gran dama de la actuación. La de una destacada poeta que se abrió un hueco en la Edad de Plata de la literatura española. La de una novelista admirada que tuvo la audacia de adaptar sus historias a guiones y convertirlos en dramas, películas y programas. Una mujer que consagró sus días al arte y que por él vivió y sufrió».
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