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Por sus rabas les conoceréis. Las del Amaya posiblemente sean las más populares de Bilbao desde que desembocaron en su larga barra allá por los primeros años 60. (8 € la ración). Esos fritos son, como el resto de esta casa, toda una institución en un local pegado a la Ría y al Teatro Arriaga donde tiene lugar cada día la verdadera Comedia del Arte. La de la vida.
Es, y ustedes lo saben mejor que yo, uno de esos locales que ya no quedan, con clientela nacional fija, personas de hábitos y costumbres metódicas y saludables. Un sitio que, pese a su cercanía a la riada turística que anega las Siete Calles, se mantiene ajeno al ajetreo y a las modas. Su interior, decorado con vidrieras con los escudos de las siete provincias de Euskalherria, con vistas de Gernika y del puerto de Bermeo elaboradas por los artesanos de Vidrieras del Arte, conforma un remanso con manteles blancos de tela y donde se trabaja la carta y el menú del día. Alcachofas con jamón, arroz con almejas, alubias blancas, ensalada primavera; salmonetes fritos, merluza al horno, filete de ternera, pollo guisado; tarta de manzana, piña natural, agua o vino y pan por 19 lereles, que son 30 los festivos. Hay menús cerrados a 45, 48 y 50 €. Javier García, tercera generación, está al frente de la caja registradora y es el puente de mando entre sala y cocina.
A su padre, Javier García Martínez, hijo y sobrino de los tres hermanos fundadores que reabrieron este local en 1961 (y que ya habían levantado las persianas del Gayarre, de Iturribide; del Café Suizo de Plaza Nueva y del Brasil de la calle Correo), lo encontramos ahora en la Feria de Abril, por la que tiene querencia. A la Cafetería Amaya la corona el Club Cocherito de Bilbao (+100), que tiene su sede sobre el establecimiento.
«El Arenal era el centro neurálgico de Bilbao. Cuando la familia coge el Amaya aquí enfrente paraban los autobuses que traían a Bilbao a miles de personas de toda Vizcaya, había parada de taxis, la estación de Abando estaba al lado... Trabajábamos muchísimo. Antes era más de meriendas, de chocolate con churros, de sandwiches. Y de rabas, claro. Las de calamar no se conocían en Bilbao hasta que las hicimos en el Amaya, que era parada obligatoria. En las inundaciones de 1983 el agua llegó aquí a los cinco metros. Arrasó con todo. Sólo se salvó un gato, 'Botines'. Tuvimos que redecorar y empezar de menos cero», cabecea Javier García. «Amaya ha sido el lugar por donde pasaba y pasa todo el mundo: bailarines, actores, cantantes, toreros, artistas y gente de mal vivir; sí, también algunos mangantes», sonríe. Y cita (sabiendo que se deja muchos en el tintero) a Concha Velasco, José Sacristán, Maribel Verdú, Javier Gurruchaga, Imanol Arias, Gabino Diego, Juanito Valderrama hijo, María Galiana o Alberto Sanjuán.
Hoy, la cafetería Amaya sigue siendo el patio de recreo para artistas, cantantes y músicos que encuentran aquí el sosiego de un café, un pincho y una comida caliente y familiar. A Calixto Bieito el taxi le para frente a la puerta de la cafetería.
Y, en un guiño a su local de referencia en Bilbao, el propio Bieito incluyó una larga toma del interior del Amaya y de sus parroquianos (como Angelino, al que conocimos como cliente del Monterrey de Bolueta, y que ha tratado a las tres generaciones de García) en la revisitación de la zarzuela Mari-Eli (con música de Jesús Guridi y libreto de Carlos Arniches y Eloy Garay). También uno de los actores (travestido de dama costera con permanente y abrigo de pieles) cita el nombre del Amaya en una de sus intervenciones.
En la mesa, producto contrastado; verduras compradas en el Casco, pescados y chipirones frescos de una pescadería del Mercado de la Ribera. Bacalao de los hermanos Giraldo de tersura y sabor excepcional aunque el pilpil que llegó a mi plato era mejorable. En la casa cuidan la carta de vinos, con etiquetas conocidas (Ardanza, Murrieta, Riscal, Cvne, Arzuaga, Alberdi, Muga, txakoli Aretxaga) a precios interesantes.
En la esquina de Ribera y Nueva, el Amaya resiste. «Nuestra clientela no funciona ni con webs ni con redes sociales», acota Javier García (hijo). Y yo le digo: «¡pues mira qué bien!» Que sea por mucho tiempo.
Dirección: Ribera, 4. Bilbao.
Teléfono: 944152819.
Precios: Menú del día: 19 €. Bacalao a la Bizkaina: 19 €. Cordon Bleu: 20 €. Rabas: 8 €. Alubias: 10 €. Lomos merluza Amaya: 20 €. Lenguado a la plancha: 22 €.
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