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Ania Ibañez
Jueves, 24 de abril 2025, 12:54
Isabel Mellén (Vitoria, 1986) tiene el equivalente a tres o cuatro trabajos de «persona normal». Todo lo hace a pares: dos titulaciones, trabaja a la ... vez en la UNED de Vitoria y en la universidad de Zaragoza y también aporta sus conocimientos en dos podcast. A esto se le suman las dos o tres conferencias que ofrece por semana y su trabajo como escritora con libros como 'Tierra de damas' o 'El sexo en tiempos del Románico'. Y todo esto, a media jornada, porque es madre y lleva a los críos al cole. Dentro de este no parar, a Mellén le han asignado ser la pregonera de las fiestas de San Prudencio y Estíbaliz, un papel en el que se estrenará esta tarde a las 20.00 horas en la Plaza de la Provincia.
– ¿Se lo esperaba?
– Para nada. Me llamaron de repente y pensé que era algo de curro porque alguna vez he trabajado con Diputación. Estuve sin procesarlo durante media hora, sin saber qué hacer con la información porque, claro, tú conoces el pregón pero no por dentro. Aunque después ya me alegré mucho y llamé a mi pareja para contárselo.
– Lo ha focalizado en Estíbaliz y Armentia.
– Es que son el epicentro de la fiesta. Ambas tienen que ver con mujeres. Estíbaliz por el matronazgo de las mujeres de la Casa de Haro y en Armentia podemos encontrar representaciones del cuerpo femenino. En estos sitios siempre encontramos las huellas de ellas porque somos la humanidad, así que vamos a estar ahí de una manera o de otra. Son dos lugares que he investigado muchísimo y son joyas del Románico del País Vasco.
– Cuénteme más sobre este pasado femenino de Armentia.
– Cuando construyeron la iglesia, lo hicieron sobre una que ya existía. En excavaciones arqueológicas han aparecido tumbas de nobles y damas que nos dan a entender que era una iglesia nobiliaria. De hecho, la zona del ábside es de un estilo completamente diferente al resto. Ahí nos encontramos iconografía típica de este tipo de iglesias privadas: hombres yendo a la guerra, luchando entre sí de manera deportiva... Y junto a ellas también aparece representada la reproducción porque era un valor nobiliario. Se tenían que reproducir muchísimo para garantizar descendencia para el linaje.
– ¿Y cómo se representaba?
– En Armentia se ve una mujer desnuda enseñando la vulva y el ano. También aparece torcida para que se le vean los pechos y así mostrar todo el cuerpo femenino que está implicado en la reproducción, sin olvidarse de la lactancia. A su lado aparece una vulva muy bien representada. Se la he enseñado a matronas, fisioterapeutas... Y todas me han dicho que tiene hasta el capuchón del clítoris. Anatómicamente es perfecta. En frente aparece un hombre tirándose de las barbas, en ese momento un símbolo de virilidad y madurez, y junto a él se pueden ver dos mujeres embarazadas.
– Construir sobre estas imágenes tenía un mensaje.
– Con el conflicto que había en ese momento entre el obispado y las clases nobiliarias alavesas, este era un mensaje un poco amenazante del obispado diciendo 'venid a la ortodoxia o ya veréis'.
– ¿El conflicto estaba entre las dos basílicas, en cierta manera?
– Esto es un poco como Juego de Tronos, pero lo voy a intentar simplificar. Por un lado teníamos a las mujeres de la casa de Haro en Estíbaliz, que estaban alineadas de cierta manera con la iglesia francesa y la monarquía castellanoleonesa. Está la monarquía y, por ende, la familia Haro. No se llevaban bien con el Reino de Navarra. Tampoco lo hacían con el obispado de Calahorra. El obispo llegó a excomulgar a Álava en dos ocasiones. Así que el obispado y Navarra se juntaron y construyeron Armentia para tratar de implantar su poder en este territorio. Es curioso que estuvieron en conflicto y ahora están hermanados por las fiestas.
– Esto es algo desconocido de las fiestas.
– Sí, y yo animaría a la gente a que en San Prudencio se acerque a ver estos templos, porque a veces miramos sin ver o lo tenemos por sabido. Estos dos edificios sirven como memoria colectiva que nos vincula a un territorio, a una historia, a una genealogía, a un pasado... En el que, por supuesto, también están involucradas las mujeres. Entonces animaría a que la gente volviera a mirar estos sitios que no siempre los tenemos en consideración y creo que dentro de la fiesta también debería de haber un ratico para echar un vistazo desde el punto de vista de la historia.
– Hasta ahora no ha mencionado a San Prudencio.
– Hacerle patrón ocurrió en un ambiente muy distinto, en el siglo XVII, cuando muchas iglesias estaban parroquiadas ya. Necesitaban un patrón que representara a la ciudadanía y querían buscar a alguien que fuera del territorio, pero no tenían muchas opciones. Básicamente sólo estaba San Prudencio. Algunas crónicas decían que había nacido en Armentia, aunque no hay que fiarse de las hagiografías de los santos porque muchas veces se manipulan.
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