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El euro no cotizaba tan alto como este lunes desde noviembre de 2021. La moneda común ha alcanzado los 1,1574 dólares, lo que supone ... una revalorización del euro frente al dólar del 11% desde que Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos el pasado 20 de enero, y del 7% desde que el pasado 2 de abril anunció su estrategia arancelaria en el 'Día de la Liberación'.
Esta subida se produce contra pronóstico después de la bajada de tipos de interés anunciada el pasado jueves por el Banco Central Europeo (BCE), que suele suponer la caída del valor de la moneda común. Sin embargo, las duras críticas del presidente Trump hacia la Reserva Federal (Fed) han generado una nueva crisis institucional que beneficia al euro. Trump acusa a la Fed de no haber actuado a tiempo y ha llegado incluso a pedir públicamente la dimisión del presidente Jerome Powell.
En este escenario, los principales índices de Estados Unidos iniciaron la semana -en un lunes festivo en la mayoría de bolsas europeas- con pérdidas significativas ante la incertidumbre sobre la disputa comercial con China y las críticas vertidas por Trump sobre Powell. El índice tecnológico Nasdaq cedió un 1,4% en la apertura y comenzaba la jornada en los 16.053 puntos. Por el lado del S&P 500, abrió la sesión cayendo un 1% hasta los 5.233 enteros.
El euro no ha parado de subir desde el mes de enero, coincidiendo con la proclamación de Donald Trump como nuevo presidente de EE UU. El cruce del euro este lunes a 1,1574 dólares es el más alto desde noviembre de 2021, momento en el que comenzó a desplomarse hasta tocar su mínimo en septiembre de 2022. En ese momento un euro llegó a intercambiarse por menos de un dólar en uno de sus peores momentos desde que se implantó la moneda común en 1999.
¿Cuáles son las consecuencias para la economía europea? Un euro fuerte encarece los productos europeos en el extranjero, mientras que un euro débil los abarata. En este sentido, un euro más fuerte contra la moneda estadounidense no siempre es beneficioso para el Viejo Continente, donde el tejido productivo puede sufrir por la pérdida de competitividad y sectores estratégicos como el turismo, la alimentación o la automoción pueden verse especialmente dañados.
Cuando la divisa comunitaria se fortalece, los productos europeos se encarecen y se vuelven menos competitivos en los mercados internacionales por el efecto del tipo de cambio. Y esto es extensible también para el sector servicios y, en concreto, para el turismo: un dólar más débil encarece automáticamente la estancia de un viajero estadounidense que ve mermada su capacidad de gasto en el extranjero. En el lado contrario, un dólar más débil respecto al euro abarata la factura energética de los europeos ya que materias primas que importamos como puede ser el caso del gas o el petróleo cotizan en esta divisa.
La situación de un euro más fuerte aleja a la zona euro de la inflación pero esconde peligrosas trampas, como que caiga el consumo. El pasado jueves, el BCE anunció su decisión de bajar los tipos de interés en 25 puntos básicos para «evitar un deterioro de la economía» por la política comercial de Trump. El banco central rebajó el precio del dinero hasta el 2,25% ante un escenario económico que Christine Lagarde calificó de «incertidumbre extrema». El organismo avisó de que las tensiones comerciales afectarán de forma negativa a las previsiones económicas para el área del euro.
Otra de las derivadas de un dólar más débil es la revalorización del oro hasta máximos históricos. Los inversores buscan refugio en este activo y la onza del metal precioso pulverizó este lunes nuevas cotas nunca vistas tras superar los 3.400 dólares. En lo que llevamos de año el oro avanza cerca de un 30% en la que ya es su mejor racha alcista desde 1986.
«El oro ha mostrado una tendencia alcista desde mucho antes de la investidura del presidente Trump. De hecho, los bancos centrales han sido compradores netos durante quince años consecutivos e incluso han superado las 1.000 toneladas en compras netas en cada uno de los tres últimos años», recuerda Charlotte Peuron, gestora de fondos especializados en metales preciosos de CréditMutuel Asset Management. Sin embargo, la política arancelaria de EE UU y los riesgos políticos y económicos (recesión, inflación y riesgos sistémicos) aparejados han acelerado el apetito de los inversores por este activo.
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